En Parque Patricios se dice que el objetivo fue defender la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, pero de ninguna manera cuestionar la gestión de la pandemia. Por Lorena Maciel a TN.
El reciente fallo de la Corte Suprema apoyando las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires es el primer triunfo político y judicial del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta contra el Gobierno Nacional.
No es poca cosa: cuatro jueces de la Corte, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda, ratificaron en un voto unánime la autonomía de la Ciudad, considerando que tiene facultades propias a las que tienen las provincias y ratificando la inconstitucionalidad del decreto de necesidad y urgencia que ordenó cerrar las escuelas. Elena Highton de Nolasco, que ya se había manifestado en contra de la competencia originaria del tribunal en este caso, se abstuvo.
Este fallo tiene un doble impacto: por un lado legitima a Rodriguez Larreta como la máxima autoridad en la Ciudad de Buenos Aires , pero por otro lado agudiza la confrontación que el Gobierno Nacional ya tiene y está dispuesto a seguir tanto contra la Ciudad de Buenos aires como con la propia Corte suprema.
Las consecuencias no tardaron en aparecer. La primera en reaccionar a través de un extenso hilo en su cuenta de Twitter ,fue la vicepresidenta Cristina Fernandez quien calificó el fallo como un “golpe contra las instituciones democráticas” y luego de hacer un raconto pormenorizados de los hechos , terminó de descalificar a los cortesanos diciendo que el máximo tribunal “acaba de decidir, con más de 65.000 muertos en la Argentina, que el Poder Ejecutivo Nacional no tiene competencias para tomar medidas sanitarias”.
Luego siguió el presidente Alberto Fernández , quien luego de manifestar que estaba apenado por ver “la decrepitud del derecho convertido en sentencias”, dijo que iba a seguir “cuidado la salud de los argentinos” más allá del fallo. Y remató: “Dicten las sentencias que quieran, vamos a hacer lo que debemos”.
Horas después, el Gobierno emitió un comunicado oficial desacreditando los conocimientos de la Corte respecto a la pandemia. En los 20 puntos del escrito se da cuenta de la gravedad de la situación epidemiológica ,con datos q la Corte en su fallo dijo no tener, y además se indica que el poder judicial “no cuenta con los instrumentos necesarios para evaluar la idoneidad de los indicadores sanitarios y epidemiológicos y, por lo tanto, las medidas aptas para contener los contagios”. Como broche final el, el Gobierno adelantó que acelerará el envío al Congreso de un proyecto de ley para regular la gestión de esta gravísima pandemia. Traducción: Alberto Fernández y equipo “comunican” a la Corte y a Rodríguez Larreta que si no consideran constitucionales los decretos , las medidas que se tomen a futuro se van a respetar, y acatar, porque ahora estarán avaladas por una ley votada por el Congreso de la Nación.
Los jueces de la Corte no son ni ingenuos ni improvisados. Todos sabían que les iba a llover una catarata de criticas luego del fallo y también contemplaron la posibilidad que el Gobierno hiciera una contraofensiva convirtiendo los decretos en ley , tal como lo anunciaron anoche en un comunicado oficial.
Pero los cortesanos tienen muy presente que la ley es la ley .Y mucho margen no había para decir algo diferente a lo que marca la Constitución vigente (reformada en 1994) respecto a la autonomía de la Ciudad y mucho menos para contradecir fallos anteriores del mismo tribunal.
Tampoco les preocupa que se vote una ley en el Congreso avasallando nuevamente con la autonomía de la Ciudad . Saben que inmediatamente se hará una nueva presentación pidiendo la inconstitucionalidad la ley y ellos tendrán la palabra final ratificando el fallo de ayer donde se ordena que no se puede violar la autonomía de las provincias o de la ciudad de Buenos Aires en un país federal. Parece el juego del gran bonete, pero así es como funciona la justicia, Y en ese cambo la Corte tiene la ultima palabra .Y todos lo saben .
Así y todo , desde las distintas vocalías del máximo Tribunal , se encargaron de aclarar una y mil veces que el fallo “sostiene un criterio jurídico y no sanitario”, dando a entender que las decisiones sobre las salud de los argentinos no son de su jurisdicción sino del ámbito político.
Quien si tiene margen para el festejo es Rodríguez Larreta, Anoche mismo podían estar celebrando el fallo entre globos amarillos bailando al son de Gilda o de Tan Biónica, recordando tal vez viejas épocas .
Pero no , las palomas del PRO saben que todo eso ya forma parte del pasado.
Tanto Rodríguez Larreta como sus ministros optaron por mantener un perfil bajo. A todas las consultas respondieron con mucha cautela y ratificaron su voluntad de dialogo y consenso con el Gobierno nacional y con la provincia de Buenos Aires: “El objetivo fue defender la autonomía de la Ciudad pero de ninguna manera cuestionar la gestión de la pandemia” repiten los voceros de Parque Patricios.
Ellos ,mas que nadie, saben que esto recién empieza y que la segunda ola puede traernos aun más dolor, muertos y zozobra.
La Ciudad también sabe que , a pesar del fallo de la Corte, no hay nada que festejar y que la contraofensiva será cada vez más virulenta.
