El kiosquero, que celebró los 11 años de su negocio vendiendo productos con los precios del 2012, habló con Lorena Maciel sobre cómo repercutió la inflación en el precios de las golosinas a lo largo de los últimos años.
También señaló que el consumo ha cambiado mucho y la franja más consumidora se centra en el adolescente. “Se inclinan más por las golosinas o el pancho, por ejemplo”, aseguró y destacó que en pandemia hubo un cambio de consumo en la gente que fuma y la gente lo empezó a armar, por eso también vendemos el papel para armarlo”.
Por otro lado, aseguró que los kioskos optan por dejar de cargar la tarjeta SUBE ya que no es redituable. “Nos daba pérdida porque nosotros nos tenemos que acerca cargo del papel, internet y la verdad no te da nada. Lo que sí, nos dieron la posibilidad de vender la tarjeta a precio oficial y nos deja una rentabilidad digna”
También hizo un análisis del aumento en el precios de las golosinas y que terminó con la pelea con el presidente Alberto Fernández quien culpó a los kiosqueros del aumento de la inflación
“Nosotros somos el último eslabón de la cadena, y no tenemos nada que ver con los aumentos. Acá hay una fábrica que aumenta sus productos, hay un distribuidor y nosotros recibimos los productos ya con el precio u aumento ya listo”, señaló Páez.
Al mismo tiempo, el kiosquero de Almagro señaló cómo fue cambiando el consumo en base al aumento de precios: “Cuando comenzó la pandemia comenzó la mutación de los productos. Antes el territorio CABA era muy marquista y ahora no. Tienen presencias las segundas y hasta terceras marcas y uno tuvo que ir buscándole la vuelta para traer productos que sean más accesibles al bolsillo de la gente”.
