El sindicato presionaba a instituciones del interior en las que no estaba radicado. Exigía un pago como aporte solidario y ante negativas iniciaba acciones legales.
Jardines de infantes de Córdoba, Misiones, Corrientes y Entre Ríos son algunas de las instituciones que padecieron las extorsiones del líder del sindicato de maestranza (Soeme), Marcelo Balcedo, detenido la semana pasada en Uruguay por delitos tributarios y lavado de dinero.
El gremio presionaba en distritos en los que no tenía jurisdicción. Exigía un pago como aporte solidario, incluso en instituciones sin afiliados. Si se negaban, hacía juicio: Balcedo inició al menos 2000 procesos por deudas truchas, según consigna TN. Desde el Soeme se enviaron cartas documento a escuelas y jardines de infantes desde el 2014, con exigencias de pagos de entre $ 36.000 y $ 66.000.
Silvia Cantón, dueña de uno de los jardines afectados contó que en diciembre de 2015 recibió una carta documento de parte del Soeme que le exigía un aporte solidario de $ 45.000 para afiliados inexistentes. La mujer les respondió que no tenían empleados afiliados a este gremio. Un año después la notificaron del inicio de un juicio, sumado a las extorsiones telefónicas que recibían.
Cantón explicó que como el abogado de la institución se demoró en presentar documentos perdieron el juicio, a pesar de las irregularidades, y que fueron condenados a pagar $ 50.000 al gremio. «Me piden que afilie a un personal de maestranza que no tengo. Este es un sindicato de extorsionadores y de ladrones», acusó la titular del jardín de infantes.