Los acusa de estar vinculados a un supuesta “operación terrorista” en su contra.
El presidente de Venezuela Nicolás Maduro afirmó que “se activaron las órdenes judiciales y de la fiscalía” para detener al mandatario interino designado por el parlamento Juan Guidó y al líder del partido Voluntad Popular (VP), Leopoldo López por una supuesta operación terrorista denunciada por el gobierno chavista.
“El viernes, en la tarde-noche, se activaron las órdenes judiciales y de la fiscalía para capturar a los involucrados en esta conjura sangrienta”, sostuvo Maduro, quien señaló como los jefes de esa presunta conspiración a López, y a “su subordinado” Guaidó.
El mandatario calificó a López como “un monstruo fascista, psicópata, que ha estado 20 años detrás de todos los hechos golpistas, violentos, siempre”, que “lleva la violencia en la sangre» y «es un enfermo mental de la violencia, y un ladrón, además”.
Maduro también involucró al exencargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en Venezuela, James Story: “Usted está dirigiendo estos planes sangrientos, más temprano que tarde la justicia llegará; vean hasta dónde llegan los funcionarios, les derrotamos la conjura, pensaban atacar cuarteles y matar soldados de la patria”.
Maduro dio esa declaración ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) integrada exclusivamente por chavistas, en una sesión especial que tuvo por objeto celebrar el 20° aniversario de la aprobación en referendo de la reforma constitucional impulsada por el entonces presidente Hugo Chávez.
De acuerdo a la denuncia, los conjurados pretendían tomar dos cuarteles militares en el estado Sucre, en el noreste del país, con el apoyo de paramilitares colombianos y militares venezolanos que desertaron, quienes traerían unos 300 fusiles desde Colombia.
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