El periodista fue denunciado por dos mujeres por “abuso sexual con acceso carnal”, un delito que prevé entre 6 y 15 años de prisión.
El periodista Lucas Carrasco, conocido por haber participado en el programa 6,7,8, comenzó a ser juzgado por dos casos de “abuso sexual agravado por acceso carnal”, un delito que prevé penas de entre 6 y 15 años de prisión.
Dos mujeres denunciaron que, en el marco de una relación consentida, fueron sometidas a distintos tipos de violencia sexual.
En los Tribunales, Carrasco dijo que iba a declarar pero no a contestar preguntas. Es así, que ante la jueza Ana Dieta De Herrero aseguró: “No soy un violador, la mera cuestión de la palabra me da vergüenza. Pude haber destratado a alguien, ser irrespetuoso, pero de ahí a cometer un delito…no soy una persona violenta, no he recibido en toda mi vida una denuncia por violencia y he convivido con cuatro chicas”.
Repitiendo en reiteradas ocasiones que no es un hombre violento y que “nunca tuve ningún problema, tampoco con ninguna de las dos chicas”, en referencia a Sofía Otero y a la otra joven, que pidió a los medios reserva de identidad y declarar sin público.
Acusó que “por esto” (las denuncias) perdió trabajos y además, apuntó que las denuncias se enmarcan dentro de la persecución política que sufre ya que era “un referente dentro del periodismo k y me fui cuando tanta corrupción comenzó a asquearme” (una de las denunciantes, militaba en La Cámpora). Y agregó: “No me quiero hacer la víctima, pero tuve que soportar un compendio brutal de acusaciones y tergiversaciones”.
Antes de que entrara a la sala a declarar Sofía Otero, Carrasco indicó: “No fue mi intención engañar a nadie, no soy así, no soy un violador, no sé como explicarlo, siento una enorme impotencia porque todo lo que diga es tergiversado. Es todo tan abrumador, me dicen ladrón, mercenario, ¿pero esto?, no estaba preparado”.
Por su parte, en el turno de la denunciante Otero, la querella pidió que el periodista se retirara de la sala, sin embargo, se negó y su abogado dijo que quería escucharla para poder luego contestar, pero la jueza lo mandó a una sala contigua, desde donde podía escuchar sin ser visto.
Durante varios minutos, Otero relató que la relación sexual había empezado siendo consentida pero que luego Carrasco había cambiado de posición, la había penetrado sin su consentimiento y ella había llorado y gritado de dolor. Carrasco quiso interrumpir en medio de las declaraciones, pero la jueza le pidió al abogado que entrara a calmarlo y “le explicara cómo son las cosas”.
El segundo episodio elevado a juicio por el fiscal Patricio Lugones habría sucedido en febrero de 2015, también en el departamento del barrio porteño de Palermo. La mujer, que prefirió preservar su identidad, había conocido al periodista recordado por su participación en el programa 6,7,8 por mensajes de Twitter y fue a encontrarse con él a su casa: “Carrasco manifestó no haber dormido, y haber tomado mucho alcohol, para en medio de la conversación besarla en la boca, y agarrándola del brazo la llevó a su habitación, que se encontraba a oscuras. Allí le pidió que le practicara sexo oral, pero al no gustarle la manera en que ella lo hacía, la corrió y metiéndole sus dedos dentro de la boca le refirió ‘así se hace’, introduciéndole su pene hasta la garganta”.
En su declaración indagatoria, Carrasco negó haber sometido a las víctimas y sostuvo que fueron relaciones consentidas. También dijo que hasta 2014 fue adicto al alcohol y las drogas.
Esta mañana, durante la primera audiencia en el TOC N° 9, estaba previsto que viniera a declarar la psicóloga de Carrasco, pero se excusó con un certificado médico.