Lo señalan por corromper y abusar de adolescentes de un grupo parroquial de Gonnet.
El cura Eduardo Lorenzo, capellán del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), confesor de Julio César Grassi, fue denunciado por abuso sexual y corrupción de menores.
Desde el SPB explicaron que sigue en el cargo porque “la causa fue archivada y no encontraron nada en su contra”. Y aseguraron que, en caso de que se le hallara algo, lo apartarían inmediatamente.
Mientras tanto, el abogado de León, uno de sus denunciantes, volvió a impulsar el caso.
Los apoyos institucionales de Lorenzo son fuertes: desde hace 20 años es capellán del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), le gusta fotografiarse con funcionarios y parece tener un fuerte apoyo eclesial que no se agotó con la salida de Aguer. El 24 de marzo concelebró una misa con el nuevo arzobispo de La Plata, monseñor «Tucho» Sánchez, recientemente designado.
Un grupo de madres y padres de Tolosa se opuso a que Lorenzo cumpliera funciones en una parroquia de la zona y la Iglesia tuvo que dar marcha atrás con su designación.
El cura no baja los brazos y contraataca hasta de manera desmedida: una pareja que difundió un mail con sus antecedentes entre papás del colegio de sus hijos y expresó su preocupación y sus dudas recibió una carta documento y su casa fue objeto de un allanamiento durante el que le secuestraron la computadora.
no se salva nadie