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La mamá de Chano, sobre la droga envenenada: «Hay mucha soledad y falta de conciencia»

«Es como vivir con una bomba que hace tic tac cada minuto de tu vida porque temblás cada vez que te suena el teléfono», expresó Marina Charpentier, sobre la sensación de convivir con un hijo adicto. Además, habló de la falta de educación y prevención contra el consumo de drogas.


Marina Charpentier, madre de «Chano», reflexionó sobre los casos de muertes e intoxicaciones por la droga envenenada que, hasta el momento, provocó al menos 23 muertes. Fue en diálogo con Luciana Geuna y Maru Duffard en Verdad/consecuencia (TN).

«Escuchamos palabras que no representan ni lo que siento yo ni lo que sienten todas las madres que hoy están llorando a sus hijos, o las que saben que sus hijos están en consumo», expresó Marina, al tiempo que se lamentó: «Me pregunto qué estamos haciendo como sociedad porque no le veo salida».

Sobre el consumo «naturalizado» de las drogas, la madre del artista hizo hincapié en la cantidad de personas que hacen referencia al consumo de marihuana como algo corriente: «Lo vemos y asistimos a eso como si fuera algo normal, pero eso va socavando la base de nuestra sociedad (…) Nuestros hijos, nuestros familiares se meten veneno en el cuerpo y nosotros miramos», manifestó.

Respecto del caso de intoxicación del pasado miércoles, Marina disparó: «Seguramente habían pedido ayuda y tenían la esperanza de que milagrosamente dejaran de consumir, pero eso no iba a ocurrir. Terminó como el futuro de cualquier adicto que es cárcel, hospital o cementerio. Y lamentablemente no hay muchos dispositivos como para que no sea el último».

«Hay mucha soledad, falta de conciencia, no hay prevención y no hay educación, entonces por supuesto que me pasa a mí, a la que vive en Barrio Norte o en un barrio carenciado. No hay respuesta para las madres que estamos pidiendo ayuda», reclamó al Gobierno

Finalmente, habló de la sensación de vivir con un familiar adicto, y dijo: «Es como vivir con una bomba que hace tic tac cada minuto de tu vida porque temblás cada vez que te suena el teléfono».