Se trata de las policías de la Ciudad Micaela Fariña y Lorena Miño, investigadas por presunto encubrimiento del asesinato del joven futbolista de Barracas Central.
En la causa por el crimen del futbolista Lucas González, la Cámara del Crimen ratificó la libertad de las policías de la Ciudad, Micaela Fariña y Lorena Miño, investigadas por presunto encubrimiento del asesinato del joven.
Pese al pedido en contrario del fiscal Leonel Gómez Barbella, el Tribunal, con las firmas de los jueces Alberto Seijas e Ignacio Rodríguez Varela, consideró “mal concedido” el recurso de apelación presentado por el fiscal contra la decisión del juez Martín Del Viso de rechazar los pedidos de detención.
Además del fiscal, la medida había sido apelada por la querella que representa a los padres de Lucas González, a cargo del abogado Gregorio Dalbón. “El código adjetivo no prevé recurso alguno contra el auto que no hace lugar al pedido de procesamiento. Además, tal decisión tampoco ocasiona al peticionante un gravamen de imposible reparación ulterior”, sostuvo el fallo.
Miño y Fariña fueron las dos primeras policías que, por cercanía, llegaron al lugar donde el 17 de noviembre ocurrió el homicidio de Lucas González: están acusadas de haber colaborado con el encubrimiento, pero si bien en primera instancia habían sido procesadas la Cámara consideró que no había pruebas suficientes para ello y les dictó la falta de mérito, que hoy mantuvo con su nueva resolución.
A tres meses del asesinato, familiares recordarán a Lucas
Este viernes, en el marco del aniversario, los amigos y familiares de Lucas harán una suelta de globos. “Vamos a ver si hacemos algo en la esquina de casa, donde la dibujaron un mural”, explica Mario, el papá del joven.
“El muchacho que lo hizo era el tatuador de Lucas. El día que falleció, vino desconsolado llorando y me pidió por favor si podía dibujarlo. Le salió tan bien que no lo podíamos creer. Un artista. Le pusimos luces y el nombre de él”, agrega.
Mario recuerda que Lucas tenía varios tatuajes. “Por complicidad nuestra, entre él y yo, lo dejaba tatuarse. Le decía que se hiciera algo simbólico, que significara algo. Se iba a tatuar y cuando venía la mamá, nos quería acogotar a los dos. Éramos compinches, pero después me transformaba en el papá de vuelta”, recuerda, y concluye: “No vamos a volver a ser nunca la familia que éramos. Hoy nos falta uno y nos falta todo”.
Cómo está la causa
Por el homicidio están procesados con prisión preventiva los policías Isassi, Nieva y López, mientras que por el encubrimiento hay un total de 11 efectivos presos. El fiscal de la causa cree estos últimos participaron de un procedimiento “fraguado donde se continuó con la línea falaz instalada por Issasi, Nievas y López aparentado como un ´tiroteo´ entre los niños y los policías”.
Según afirma, para reforzar “ese escenario armado”, entre otras cosas, “les plantaron un arma de cotillón dentro del rodado en el que iban”. En rigor, el objeto es una réplica de revólver calibre 38, encontrada en el piso del asiento trasero, del lado derecho, detrás del asiento del acompañante donde iba sentado Lucas.
