Empecé a pensar que tal vez no, los periodistas no tenemos que dar tantas conclusiones, sino convocarlos a pensar juntos y tratar de comprender justos y traté de contactas a diferentes personas y tratar de entender por qué los que votaron a Javier Milei, lo hicieron.
Sin prejuicios, llegué a la conclusión de que la gente que lo votó no piensa realmente como el candidato de La Libertad Avanza, sino que los representa una emoción más que una idea: por lo que están más para se escuchados que criticados.
Nunca vamos a lograr un cambio si no comprendemos el por qué de este voto, un voto que es difícil de comprender y entender que no solamente un voto joven, sino que también hay sectores muy vulnerables de la población.
Los que votaron a Milei no son los que quieren echar por tierra los derechos conquistados, sino que lo hicieron porque representan sentimientos de bronca, incertidumbre, la impotencia, la falta de certezas en muchos ámbitos, no solo en lo económico y esto es algo que marca a una generación de jóvenes que no están diciendo ‘nos sacaron el miedo; la única salida es Ezeiza, pero que creen que apostar a este candidato que tal vez nos lleve al abismo, o que tal vez nos salve porque estoy harto del discurso político’.