Julio Christian Abdelnabe Rasmussen llegó a su casa en La Plata y vio a uno de sus perros tirado en el piso. “Me golpearon con un fierro, me inyectaron dos jeringas de insulina y me tiraron encima las cenizas de mi padre”, contó.
El viernes pasado el diplomático Julio Christian Abdelnabe Rasmussen vivió tres horas “tremendas” en su casa en La Plata tras un violento asalto.
El diplomático contó que apenas entró vio a uno de sus perros tirado en el piso, en agonía, por lo que sospechó que había delincuentes en la propiedad e intentó escapar inmediatamente. Si embargo, uno de los ladrones lo interceptó, y en ese momento empezaría una odisea.
“Me golpearon con un fierro, me inyectaron dos jeringas de insulina y me tiraron encima las cenizas de mi padre”, contó en diálogo con TN el funcionario de un organismo internacional que promueve la paz y la defensa de los derechos humanos y que es reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El argentino, que es embajador del Parlamento Internacional de los Estados para Seguridad y Paz (IPSP), dijo que los delincuentes, que llevaban los rostros cubiertos con pasamontañas, revisaron y rompieron todo en busca de dinero y que hasta ese momento no supieron el cargo que él tiene. “Pero en eso se dieron cuenta porque estaba la credencial ahí y dijeron ‘mirá, es un diplomático, vamos, vamos porque va a ser tremendo”, mencionó.
La víctima contó que los delincuentes eran cuatro, que rompieron las cámaras de seguridad y que incluso encontraron las cenizas de su padre y se las arrojaron encima.
De acuerdo a la información policial, la banda robó 9.500 dólares, 800 euros y un chaleco antibalas, y escapó. La investigación del hecho quedó a cargo de la comisaría 12da. de Villa Elisa y detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) La Plata, junto con la Justicia platense.
en que puede terminar esto vaya uno, a saber