En marzo, Agustín estuvo en la Bombonera durante el superclásico horas después de haber vuelto de su viaje de egresados de Cancún. Tanto el exfutbolista como el joven están acusados de infringir las medidas impuestas por el Poder Ejecutivo y también por el artículo que castiga a aquel que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas.
El vicepresidente de Boca Juniors, Juan Román Riquelme, y su hijo, irán juicio ya que en marzo el joven de 18 años estuvo en la Bombonera en el partido entre Boca y River cuando en realidad debía estar en aislamiento por haber llegado del exterior.
El 14 de marzo, por el torneo local, el conjunto xeneize recibió al Millonario y, a través de las imágenes televisivas se vio que en el palco del exjugador estaba su hijo Agustín junto a otras personas sin barbijo. El joven de 18 años había regresado al país de su viaje de egresado a Cancún.
Ambos, están acusados por infringir el artículo 205 del Código Penal, que sanciona de seis meses a dos años al que viola las medidas impuestas por el Poder Ejecutivo en plena pandemia para evitar el contagio de coronavirus y también por el artículo 202, que castiga a aquél que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas.
Ahora, el pedido fiscal va a ser evaluado por el juez en lo penal y contravencional y pueden imponerse penas o bien llegar a un acuerdo que incluye una probation, esto es realizar tareas comunitarias a cambio de no ir a juicio y exponerse a una pena.
Al formular la acusación, la fiscal dijo que Agustín Riquelme formó parte del grupo de jóvenes que viajaron a Cancún en un viaje de egresados y que al regresar a Argentina detectaron al menos que cuarenta de ellos estaban contagiados de coronavirus.
Tal cual disponen las medidas, a su regreso debía guardar aislamiento por diez días, pero al joven se lo vio en la cancha de Boca en ese Superclásico.