El juicio empezará el 30 de noviembre. El examen reveló que el actor tiene miedo a espacios abiertos o descubiertos y que tiene cuadros de ansiedad, agorafobia y depresión, y que no presenta “rasgos característicos de perverso”.
A dos años de que se hiciera pública la denuncia por violación de Thelma Fardin, Juan Darthés se enteró que el próximo 30 de noviembre empezará el juicio oral en su contra y que será de manera virtual.
Por otra parte, también se conoció el resultado de la pericia psiquiátrica realizada al actor a fines de 2018, en el marco de la misma denuncia. Según detallaron en Los Ángeles de la Mañana (LAM), esta pericia psiquiátrica que ahora será enviada para que forme parte del expediente en Brasil se hicieron en el domicilio del actor cuando vivía en Nordelta.
“Contestó las preguntas de manera fluida, aunque por momentos parece sumirse en angustia. Dicen que se esfuerza por colaborar, que mantiene constante contacto visual, que está lúcido y orientado, demacrado según informa, porque estuvo durmiendo pocas horas debido al malestar manifiesto, ansioso, con palpitaciones, miedo hacia el exterior y dificultar para movilizarse fuera del entorno hogareño y barrial… Esto es antes de que se vaya a Brasil”, aclararon en el programa.
Además, en otros detalles, Darthés había pedido ayuda terapéutica para él y su familia. “No hay actitudes y manifestaciones de odio o de agresividad. Sí de decepción y nostalgia con respecto a su trabajo y desengaño sobre las personas. Parece sentir empatía al conocer lo referido a otras personas y sobre todo a su familia”, comentaron.
El escrito además cita: “Se describe como un actor de exitosa carrera, que no se notan intentos de manipulación, sí de su exteriorización de su interior de forma constante. Le preguntan si tiene antecedentes legales o algún problema con transgresiones sociales y sólo relata un antecedente hace varios años, siendo ya actor conocido con el empleado de un bar que frecuentaba. Debe estar judicializado, por eso él lo expresa cuando le preguntan”.
Sobre la denuncia de Fardín, el escrito explicó: “Dice que se lo ve depresivo y ansioso. Al hablar de la denuncia de Thelma Fardin, lo hace con voz entrecortada por momentos con manifiesto dolor psíquico, refiere desesperanza y su gestualidad expresa tristeza. Presenta llanto en dos oportunidades al narrar acontecimientos con contenido trágico, donde su familia sufre injustamente la situación. No llega a presentar ideación suicida, pero sí en forma reactiva al presente respuestas desesperadas y pensamientos confusos. Pero reacciona rápidamente demostrando que desea defenderse y que quiere vivir normalmente en vida familiar”, relató.
“En cuanto a los pensamientos, lo notan lúcido, orientado, con conocimiento de la situación, ideas ajustadas a las circunstancias, un pensamiento crítico con contenido atado a su realidad pero sin alteraciones patológicas. En cuanto al sueño, dicen que está con trastorno del sueño, que se despierta con facilidad a la madrugada, que duerme aproximadamente cinco horas y que siente mucho agotamiento durante el día, que tiene el apetito disminuido”, detalló la periodista Maite Peñoñori en LAM.
Por otra parte, el test del área intelectual arrojó el siguiente resultado: “Cuenta con una inteligencia ligeramente superior al término medio. En conclusión, en relación a la familia dice que tiene una buena relación con cónyuge y con sus dos hijos, que estuvieron en las entrevistas, que se muestran amables, comunicativos y afectados por la situación. Impresiona con cuadro de ansiedad, trastorno de angustia con agorafobia y depresión reactivos”.
“Tiene una personalidad histriónica, narcisista, frecuente en artistas y personas de reconocida actuación pública, que no presenta una personalidad psicópata que pueda llevar a actos violentos recurrentes o seriales, que no presenta rasgos característicos de perverso, que no tiene pensamientos que evidencien el goce o el placer referido al sufrimiento del otro, que se lo ve como una persona con empatía y capaz de identificarse con sus interlocutores, que mantiene coherencia y sinceridad respecto a lo que le van consultando y que demuestra necesidad de revalidar con el medio externo de las relaciones interpersonales sus capacidades, virtudes y condiciones”.
Además, en el escrito habla que el actor “tiene una personalidad seductora, agradable, que reacciona con honestidad o que limita profundidad de las relaciones, que tiene facilidad de relacionarse socialmente, puede relacionar con impulsividad pero con límites y sin ocasionar juicios a terceros, es decir, tiene conciencia social de sus actos, que tiene un manejo deficitario de su percepción por lo cual puede parecer taciturno o que sus relaciones sean superficiales”.
Por último, en el mismo resultado de la pericia agrega: “Los aspectos más vulnerables no lo inducen a respuestas violentas o antisociales, que esto se relaciona con la conflictividad social que presenta su historia, en cuanto a su edad y a su frecuente exposición”.