La chica de 18 años se sentía mareada, con náuseas, como si estuviera drogada y, como pudo, le contó lo ocurrido a la cajera y se encerró en el baño. Sin dudarlo, la empleada llamó a la Policía. El hombre quedó detenido y acusado de drogar y abusar sexualmente de la víctima.
Una cajera de un bar fue quien ayudó a una joven que entró al local en Liniers y le comentó que no sabía cómo había llegado hasta ahí.
Se sentía mareada, con náuseas, como si estuviera drogada y como pudo, la chica de 18 años le contó lo ocurrido a la cajera y se encerró en el baño. Sin dudarlo, la empleada llamó a la Policía.
Afuera del local, arriba de un auto, la esperaba un hombre a quien decía no conocer. El hombre, pocos minutos después, quedó detenido y acusado de drogar y abusar sexualmente de la chica.
En las imágenes que quedaron registrada por las cámaras de seguridad de la zona, se puede ver cuando un Volkswagen Gol Trend blanco se estacionó en la puerta del comercio. Del vehículo bajó la mujer que ingresó al local y se dirigió a la cajera.
De inmediato, la cajera le dijo que se metiera en el baño mientras se comunicaba con el 911 para que la ayuden. Mientras tanto, cuando notó que la joven estaba tardando más de lo que pensaba, el sospechoso ingresó al bar para saber qué pasaba. En ese momento, un agente de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires entró al comercio.
Posteriormente, llegaron más policías y sacaron al hombre del lugar. Afuera lo palparon y lo detuvieron mientras arribaba a una ambulancia del SAME y la madre de la chica. El personal médico informó que la joven se encontraba desorientada en tiempo y espacio, pero no necesitaba ser trasladada a un centro asistencial.
Una vez que fue revisada, la víctima comenzó a tomar conciencia de la situación y empezó a recordar. Según indicaron fuentes del caso, el hombre sería un amigo del exnovio de la chica. Cuando salió del trabajo, el sospechoso la pasó a buscar y fueron a tomar una cerveza.
De acuerdo al relato de la víctima, de nacionalidad peruana, allí comenzó a sentirse mareada, drogada y los recuerdos se le nublaban. Sin embargo, lo último de lo que tenía conciencia era que el hombre le desprendió un botón del pantalón en un lugar que no conocía. Después de esa situación, quedó totalmente inconsciente durante varias horas, hasta ingresar al bar en Liniers.
El caso quedó en manos del Juzgado en lo Criminal y Correccional Nº 41, a cargo de María Fabiana Galletti, quien acusó al hombre por los delitos de abuso sexual simple, mientras requirió una serie de peritajes para avanzar con la investigación y determinar con qué material la había drogado.