Tres chicos lo denunciaron por hechos que ocurrieron en 2012. La Fiscalía pidió 20 años de prisión por someter sexualmente a los jóvenes seminaristas en la iglesia de Puerto Santa Cruz.
Después de que la Fiscalía pidiera 20 años de prisión para el sacerdote Nicolás Parma, acusado de abuso sexual contra seminaristas que tenía a su cargo en la Iglesia Exaltación de la Santa Cruz, en Puerto Santa Cruz, hoy se conocerá la sentencia.
El fiscal de Cámara Iván Saldivia consideró que las declaraciones de los testigos que participaron de las pericias psicológicas de todos los involucrados presentadas y las pruebas existentes en la causa le permitieron sostener las acusaciones de abuso simple doblemente agravado en concurso real, con abuso gravemente ultrajante doblemente agravado en concurso real con corrupción de menores agravada.
En la primera audiencia del juicio, el cura que entró al Tribunal con una biblia, una estampita y chaleco antibalas, declaró ante los jueces por más de dos horas y negó todos los hechos que se le imputan.
Parma fue denunciado por tres adolescentes por hechos que ocurrieron en 2012 en la casa que el instituto religioso tiene en Puerto Santa Cruz, cuando el sacerdote los llamaba a su habitación donde los abusaba y los invitaba a dormir con él.
Conocido como “Padre Felipe”, está acusado de abuso sexual de menores agravado por su condición de miembro del clero por al menos dos víctimas.
Es el segundo juicio contra un sacerdote del ya extinguido instituto religioso discípulos de Jesús San Juan Bautista. Hace un mes el fundador, Agustín Rosa, fue condenado a 12 años de prisión efectiva en Salta.