Se trata de Hugo Cabañas, acusado por el homicidio agravado de la joven de 22 años violada y estrangulada en San Martín.
Previo a que empiece la segunda audiencia del juicio en los tribunales de San Martín por el femicidio de Araceli Fulles en 2017, uno de los imputados por el homicidio agravado, quiso entrar armado a la sala.
Se trata de Hugo Cabañas, a quien se le encontró una faca escondida entre su ropa. El hombre que llegó excarcelado esta mañana al Tribunal Oral Criminal (TOC) 3, al ser requisado en la entrada, descubrieron que entre sus ropas llevaba escondida una faca de fabricación casera. Al ser consultado por los policías, no pudo explicar por qué tenía un arma en su poder y quedó inmediatamente detenido, detalló TN.com.ar.
Sin embargo, esta no es la primer situación abrupta que se da en el marco del debate por el crimen de la joven de 22 años. Ayer, en el primer día del juicio, otra persona entró a los Tribunales con un hacha y el domingo, en medio de las elecciones PASO 2021, otro de los imputados, Carlos Cassalz, dueño de un corralón donde se encontraron los restos de la víctima, fue arrestado por amenazar testigos cuando se acercó a una escuela a votar.
Además, en abril de 2019, Darío Badaracco, el principal acusado por el femicidio de la víctima, murió en prisión después de que dos compañeros de celda lo forzaran a tragar agua hirviendo. Lo quemaron vivo.
El femicidio
Araceli tenía 22 años cuando la encontraron asesinada el 27 de abril de 2017 debajo de unos escombros en el patio de la casa de Darío Badaracco, en José León Suárez.
La joven había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril, en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre diciéndole: “Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa”. Pero Araceli nunca apareció y su cuerpo fue encontrado 25 días después tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta.
La autopsia determinó que la joven murió por “asfixia mecánica” por “estrangulamiento a lazo” con un elemento compatible con precintos plásticos.