La ceremonia se iniciará con el sonido de la sirena a las 14:50, hora exacta en la que ocurrió el atentado. Los principales oradores serán el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria y el viceprimer ministro de Israel, Gideon Sa’ar.
A 30 años del atentado a la Embajada de Israel en Argentina, hoy se hará un acto en conmemoración de las víctimas y se convocó a la ciudadanía a formar parte de la ceremonia.
La ceremonia se llevará a cabo donde se ubicaba la delegación diplomática, en la intersección de las calles Arroyo y Suipacha: a las 14:50 sonarán las sirenas, hora exacta en la que ocurrió el atentado, el 17 de marzo de 1992.
Durante el acto dirigirán unas palabras el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria; el viceprimer ministro de Israel y ministro de Justicia, Gideon Sa´ar; la embajadora de Israel en la Argentina, Galit Ronen; y Miri Ben Zeev Koren, en representación de los familiares de las víctimas y sobrevivientes.
Además, se colocarán ofrendas florales en memoria de quienes perdieron su vida en el ataque y se realizarán dos rezos: por un lado, el padre Rodrigo Valdéz de la parroquia Madre Admirable realizará una oración en memoria de los fallecidos y, por el otro, un familiar de las víctimas recitará un Kadish, plegaria de duelo de la tradición judía.
El atentado
La embajada del Estado de Israel en la ciudad Buenos Aires fue destruida hace 30 años, el martes 17 de marzo de 1992, en un atentado terrorista que dejó un resultado de 22 muertos y 242 heridos.
Murieron y resultaron heridos también personas ajenas al edificio diplomático, entre ellos peatones, conductores, y hasta ancianos que estaban en un geriátrico cercano. También hubo destrozos en una iglesia ubicada a pocas cuadras y en una escuela.
Se trató del primer atentado terrorista en el país y así Argentina entró brutalmente en la agenda del terrorismo internacional sin saber que otro atentado ocurriría dos años después, esta vez en la AMIA.
¿Cómo sigue la causa?
Como el atentado afectó a una delegación extranjera, la causa quedó en manos de la Corte Suprema de Justicia, que el 24 de marzo del 92 abrió el expediente 143/1992, pero sin resultados.
En tanto, las pesquisas de la instrucción quedaron en manos de la Comisaría 15 de la Policía Federal, pese a que la Corte rechazó luego el pedido de los querellantes de convocar a declarar a los custodios de esa fuerza que se retiraron de la puerta de la Embajada poco antes de la explosión.
Cuando se produjo el atentado, en el edificio estaba en obras de remodelación, por lo que los familiares de las víctimas y sobrevivientes pidieron que los propietarios de la empresa constructora encargada de esos trabajos declararan en el expediente.
El fallecido ministro de la Corte Ricardo Levene, por entonces a cargo del expediente, formuló en 1996 la teoría de que el edificio había sido demolido por un artefacto explosivo colocado en su interior.
Otros peritos señalaron, en cambio, la presencia de una camioneta Ford F-100, que merodeó la zona al momento del siniestro, y que, cargada de explosivos, fue conducida por un terrorista suicida que la explotó frente a la delegación diplomática.
Esa terminó siendo la versión oficial sobre el ataque que se impuso tras la creación, en 1997, de una Secretaría Especial que asumió la investigación bajo la dirección de Esteban Jorge Canevari, funcionario de la Corte.