Al igual que otros países de Europa y con el aval del FMI, se avanzará en la creación de un impuesto que profundiza la redistribución de la riqueza. Estará dirigida para quienes se vieron beneficiados a partir del aumento de los precios internacionales a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania.
El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentarán hoy el proyecto de “renta inesperada” que enviarán al Congreso para gravar los ingresos extraordinarios que algunas empresas obtuvieron por efecto de la guerra entre Rusia y Ucrania.
El proyecto había sido anunciado por Guzmán a principios de abril, pero luego quedó relegado en medio de la intensa crisis interna que atraviesa la coalición de Gobierno.
Guzmán explicó que para ser alcanzado por la medida, “la ganancia neta imponible real tiene que haber aumentado de forma significativa en 2022 en relación con 2021” y “el resultado ordinario (el margen de ganancia) también tiene que ser anormalmente elevado en 2022”.
También dijo que “se incluirá un criterio en que si la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión el monto de la contribución será menor”. Según el Palacio de Hacienda, la medida solamente afectaría a una porción muy pequeña de las empresas: en 2021 le hubiera correspondido pagarla a un 3,2% de las compañías totales.
Las claves del proyecto
* El cobro de la alícuota apuntaría a las empresas que tienen ganancias imponibles superiores a los $1.000 millones anuales, el cual es una porción muy pequeña de todo el entramado de empresas.
* Los criterios para la imposición de la alícuota incluirán que las ganancias netas imponibles reales tienen que haber crecido en forma significativa en 2022 respecto a 2021.
* Se pondrá un parámetro para que si las ganancias inesperadas se canalizan hacia la reinversión productiva, la alícuota sea menor.
Se trata de una iniciativa resistida por el macrismo y otros sectores de la oposición pero que sin embargo ya fue puesta en práctica en distintos países de Europa. Aquellos mismos países que paradójicamente desde Juntos por el Cambio suelen poner esgrimir como referencias a seguir.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) avaló la creación de un Impuesto a la Renta Inesperada de las empresas. “Para disminuir la carga para las finanzas públicas, se podría prever un aumento temporal de los impuestos sobre el exceso de ganancias. Esto ayudaría a recuperar parte de las transferencias a las empresas que no las necesitan”, indicó el organismo multilateral en un capítulo analítico del World Economic Outlook (WEO), difundido antes del inicio formal de la reunión de abril pasado del FMI y el Banco Mundial.
“En los casos en los que la fijación de objetivos es difícil y el espacio fiscal es limitado, los países pueden tener que considerar medidas de aumento de los ingresos para financiar diversas prioridades”, indicó el Fondo.