La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, aseguró que habrá “un proceso administrativo disciplinario”. Además, advirtió que su uso “genera un obstáculo en la comprensión, en la fluidez lectora y en la escritura” y se debe poner el foco “en los derechos de los estudiantes”.
Después de que el Gobierno porteño prohibiera el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, advirtió que habrá sanciones a aquellos docentes que no cumplan con la medida.
“Esto es una norma, si no se cumple hay un proceso administrativo disciplinario”, advirtió Acuña, y, al mismo tiempo, aclaró que no se habla de una prohibición a nivel general: “Si un docente quiere usar con sus colegas en lenguaje inclusivo, lo puede hacer, lo mismo los estudiantes. Nosotros lo que estamos regulando es la tarea docente en el ejercicio de su profesión”.
En declaraciones radiales, la ministra negó que vaya a haber una marcha atrás con la medida que prohíbe que los docentes usen la “E”, la “X” o el «@» dentro de las aulas para connotar la diversidad de género.
Acuña reconoció que el lenguaje inclusivo no es causal de las dificultades que encuentran los estudiantes en el aprendizaje, pero sí es “un obstáculo”. “Lo que queremos reforzar es la discusión con elementos concretos para que puedan continuar sin necesidad de utilizar estas configuraciones nuevas, la x, la e y el @, porque al utilizarlas genera un obstáculo en la comprensión y fluidez lectora y de escritura por parte de los estudiantes”, consideró.
La medida cosechó un sin número de críticas no solo desde el oficialismo sino también de referentes de la oposición como Facundo Manes, que la tildó de “fulbito para la tribuna”. “Es más fácil cuestionar una medida desde la grieta que ponerse a cuestionar los problemas de fondo”, sostuvo.