Tras realizar múltiples allanamientos en el Instituto Penitenciario Provincial de la Ruta 3 y en domicilios de Rawson, Trelew y Gaiman, el equipo de Cibercrimen de Esquel logró desbaratar a la banda que registró más de 40 denuncias en los últimos 90 días.
Una organización que hacía «sextorsiones» a hombres de Chubut, Santa Cruz y Río Negro, fue desbaratada por el Equipo de Cibercrimen de la Fiscalía de la ciudad de Esquel y, tras múltiples allanamientos, se secuestraron más de 30 celulares, 3 notebooks y otros dispositivos, además de más de 10 tarjetas SIM y tarjetas de prepago.
Los procedimientos se llevaron a cabo en el Instituto Penitenciario Provincial ubicado sobre la Ruta 3, además de domicilios de Rawson, Trelew y Gaiman y, según los investigadores, llamó la atención el registro que tenían de la ingeniería social e inteligencia realizada a sus víctimas, como así también el registro de los llamados y las observaciones de cada objetivo que tenían.
Según informó Diario Jornada, la banda estaba conformada por una mujer que seleccionaba y contactaba a las víctimas, su pareja, un sujeto que ejecutaba directamente las extorsiones, y la hermana del hombre, quien distribuía el dinero obtenido.
En tanto, se indicó que dos mujeres realizaban inteligencia sobre potenciales víctimas y los elegían, tras lo cual armaban un perfil falso de Facebook, con fotos e historias inventadas, desde el cual contactaban a sus objetivos y comenzaban conversaciones casuales, con inclinación a una relación sentimental.
Entre otras cosas, les proponían practicar «sexting» (enviar fotos, videos o mensajes de contenido sexual y erótico a través de dispositivos tecnológicos) y primero le enviaban una supuesta foto -falsa- a la ocasional víctima, mientras que luego le exigían una imagen donde se le viera el rostro y los genitales.
Una vez que recibían la foto, le avisaban al integrante masculino de la banda y le facilitaban los datos de contacto e información del perfil falso, tras lo cual el sujeto llamaba al hombre en cuestión y le decía: «Soy el papá de XX, ella tiene 14 años!!» y luego agregaba: «Se puso como loca y rompió varias cosas, págame lo que rompió y quedamos así».
En algunos casos, según trascendió, el agresor continuaba también decía: «A la nena la internaron, se quiso suicidar! es tu culpa!!. Te voy a escrachar! te voy a denunciar!!».
El siguiente paso era que se hacían pasar por abogados o fiscales y amenazaban con allanamientos y detención si no pagaba, mientras que otra miembro de la banda, controlaba las transferencias y las ocultaba mediante un laberinto de cuentas para dificultar la investigación y asegurar la impunidad, a la vez que también se encargaba de retirar el dinero de las cuentas o realizar compras.
El Equipo de Cibercrimen cordillerano registró más de 40 denuncias en los últimos 90 días, en las que surgen diez víctimas que en total transfirieron más de 200.000 pesos y en todos los casos intervino el Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito debido a que los cuadros de miedo y vulneración de las víctimas eran muy graves.
Cómo sigue la investigación
Todo el material secuestrado será peritado y los investigadores creen que dentro de los celulares, computadoras y otros dispositivos electrónicos hallarán evidencia digital que sirva de prueba en un futuro juicio.
De este manera, estiman, poder obtener información de la creación de los perfiles falsos de Facebook, operaciones de ingeniería social e incluso los chats con las víctimas, además de las operaciones financieras con bancos y billeteras virtuales en las que movieron el dinero.