¿Cuál es el ADN argentino? Realmente, no tenemos muchos. Cada vez tenemos menos. Uno es la selección nacional, otro es la salud pero sin dudas la educación pública es parte de nuestra identidad nacional.
Esta semana la educación pública estuvo en el centro de la crisis. En el marco de una política que desfinancia el presupuesto de las universidades públicas a un piso histórico y observamos como cientos de alumnos estudian en las aulas si luz estamos frente a un reclamo legitimo.
Al mismo tiempo, cuando escuchamos a rectores de distintas corrientes políticas que coinciden en que solo tienen fondos para completar el primer cuatrimestre del año, es coherente empatizar y entender la angustia de miles de estudiantes que enfrentar la incertidumbre de no saber si van a poder continuar con su cursada. La Universidad de Buenos Aires siempre estuvo y siempre va a estar pero, el reclamo masivo de la sociedad es en qué condiciones y con qué presupuesto puede prevalecer.
Otro de los mitos en torno a la universidad pública fue que estas entidades no se dejan auditar. Cada universidad tiene una auditoría propia. Pero a a su vez, la Auditoría General de la Nación (AGN) audita aleatoriamente las 56 universidades públicas en todo el país. La entidad para auditar no corresponde al Poder Ejecutivo sino a la AGN o en todo caso, al Congreso de la Nación, conformando una comisión especial.
¿A qué destinan los fondos las universidades? La gran mayoría es para pagar salarios. Un 52% va al pago de sueldos de docentes, otro 31% se destina a salarios de trabajadores no docentes. De acuerdo con datos de la federación Conadu, en marzo un docente universitario con dedicación simple y sin antigüedad cobró un sueldo de $ 137 mil pesos. Este salario cubre un 18% de la canasta básica con la que se mide la pobreza.
Si no hay cambios, el 2024 será el año de menor inversión por estudiante. Si la gestión de Javier Milei no aumenta el presupuesto para las universidades públicas, según los datos de la ONG Asociación Civil para la Igualdad y la Justicia (ACIJ), este año será el que contará con la menor inversión por estudiante de los últimos 24, como mínimo.
Blanco sobre negro, Las universidades públicas sí se auditan, El presidente Javier Milei no hablo de cerrarlas pero tampoco las puso en la prioridad de su presupuesto
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