El ex mandatario acató la orden de un tribunal regional que dispuso su prisión preventiva. Está sospechado de liderar una “organización criminal” que recibía sobornos.
Horas después de que la Justicia brasileña ordenara la detención de Michel Temer para cumplir prisión preventiva en el marco del escándalo de corrupción conocido como “Lava Jato”, el expresidente de Brasil se entregó a la Policía Federal de Sao Paulo.
Así, Temer acató la orden emitida horas antes por el Tribunal Federal de la Segunda Región (TRF-2), por dos votos a favor y uno en contra, para que vuelva a la cárcel de forma preventiva.
Según confirma la agencia Brasil, el ex mandatario abandonó su residencia familiar de Sao Paulo a las 14.40 (hora local) en compañía de su abogado, Eduardo Carnelos, para dirigirse a la Superintendencia de la Policía Federal.
El ex presidente está sospechado de recibir sobornos en 2014, cuando era vicepresidente en el gobierno de Dilma Rousseff, a cambio de contratos de obras en la usina nuclear Angra 3, en el sur del estado de Río.
De acuerdo a la acusación de la Fiscalía, esa organización habría obtenido la promesa de recibir al menos 1.800 millones de reales (unos 470 millones de dólares) a través de un complejo sistema de empresas.
El caso ‘Lava Jato’ es el mismo por el que el también ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado en 2018 a más de doce años de cárcel. En su caso, se le declaró culpable de aceptar un tríplex de lujo en Sao Paulo como pago de la constructora brasileña OAS a sus favores políticos.
Temer, que ya tiene abiertas varias causas judiciales, llegó al Palacio de Planalto en 2011 como vicepresidente de Dilma Rousseff, pero en 2016, tras el juicio político (‘impeachment’) a la presidenta celebrado en el Congreso, se convirtió en el nuevo jefe de Estado, cargo que ocupó hasta el último 1° de enero, cuando cedió el poder a Jair Bolsonaro.