La jueza de ejecución penal no hizo lugar a un pedido de revocatoria de la prisión domiciliaria al hombre condenado por matar a Marcos Schenone.
Horacio Conzi, quien fue condenado a 24 años y nueve meses de cárcel por el asesinato de Marcos Schenone en una furiosa persecución en la Avenida del Libertador en 2003, fue beneficiado por la Justicia otorgándole el arresto domiciliario.
Ante esta decisión, la fiscal sanisidrense María del Carmen Gigante pidió que se le revoque la prisión preventiva. El estado de Facebook le parecía sumamente sospechoso para un hombre con una fuerte afección cardíaca que no le permite cumplir su condena.
Sin embargo, el viernes pasado, la jueza García Maañón benefició a Conzi otra vez, según confirmas fuentes judiciales en San Isidro. Según estas fuentes, “la jueza argumentó que la fiscal no planteó nada nuevo que justifique un cambio de postura”.
Cuando fue beneficiado por primera vez, la defensa de Conzi aducía una afección cardíaca, una arritmia que según un informe de un perito podía agravarse y llevar a un ACV si no se trataba fuera de un penal. No hubo una junta de especialistas, una mesa de cardiólogos que analizara el caso.
El Servicio Penitenciario Bonaerense le ató una tobillera electrónica a una de sus piernas para monitorearlo. En su casa, utilizando las redes sociales posteó un estado a mediados de abril, donde dijo estar “1000% saludable” y que también salvó a “20 diabéticos y 11 cancerígenos” con su filosofía de vida sin productos animales.
Además, el día anterior al posteo, la tobillera de Conzi se había salido de su tobillo, lo que disparó una alerta en la central de monitoreo. El hombre aseguró que se le salió aunque después reconoció que se la quitó “porque le apretaba”. Lo que luego fue constatado por la inspección posterior que reveló que la malla de la tobillera estaba rota, con un aparente corte intencional.
En su razonamiento, la jueza no le dio especial peso a esta cuestión. Consideró, por ejemplo, que Conzi fue encontrado en su casa y que no se había ido.
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