La defensa de la ex mandataria pedía apartarlo del expediente. La Sala I del tribunal consideró que la actual senadora no había justificado su temor de parcialidad.
Con dos votos contra 1, la Cámara Federal de Casación Penal confirmó al juez federal Claudio Bonadio al mando de la investigación de la causa de los cuadernos, al rechazar un planteo de la defensa de Cristina Kirchner.
“No ha invocado ni ha logrado demostrar ninguna circunstancia objetiva que permita sustentar –aun por vía de hipótesis- un temor de parcialidad fundado, que permita justificar el apartamiento”, se expresó la Sala I del tribunal en relación a la flamante candidata a vicepresidente.
Los jueces Daniel Petrone y Diego Barroetaveña fueron los que rechazaron la solicitud, contra la opinión de su colega Ana María Figueroa, quien –en minoría- entendió que el magistrado debía dar un paso al costado en el expediente que investiga las anotaciones del chofer Oscar Centeno y sus derivados.
El fallo de Casación llega en momentos en que la fiscalía, a cargo de Carlos Stornelli, prepara la elevación a juicio del expediente que sacudió los tribunales federales el año pasado. Decenas de empresarios se acogieron a la figura del arrepentido para admitir que había pagado dinero a ex funcionarios kirchneristas bajo distintas circunstancias que intentaron argumentar.
En setiembre de 2018, Bonadio procesó a la ex presidenta, a su ministro de Planificación Julio De Vido y a su mano derecha, Roberto Baratta, como jefa y organizadores de una asociación ilícita que funcionó para recaudar dinero ilegalmente con los negocios que llevaba adelante esa cartera. Entre los acusados también hay decenas de empresarios, a quienes la Cámara Federal los excluyó de esa asociación ilícita, aunque los dejó procesados por haber pagado coimas y amplió el número de organizadores de la banda: en ese rol sumó al empresario Gerardo Ferreyra y los arrepentidos Carlos Wagner, José López y Ernesto Clarens.
La defensa de la ex mandataria también sostuvo que Bonadio ya había emitido opinión en el caso cuando en 2011 sobreseyó a Daniel Muñoz, el ex secretario privado de Néstor Kirchner, en una causa por enriquecimiento ilícito. Y cuestionó al magistrado por un informe “publicado por el CIJ, cuya autoría no fue desmentida por el juez Bonadio” al inicio del caso en donde se 2dio precisiones puntuales que permitían deducir con certeza cuál sería la decisión de mérito que, unos días después, adoptó con relación a su asistida”.
En setiembre pasado, la Cámara Federal rechazó los argumentos de la defensa de la ex presidenta y convalidó al juez al frente de la investigación. Acto seguido, el juez siguió disponiendo llamados a indagatorias y procesamientos en distintas causas que se fueron anexando a la causa cuadernos.
Al reafirmar que “el juez no sólo debe ser imparcial, sino que también debe parecerlo”, Figueroa afirmó que “la facultad de apartar a los jueces sospechados de parcialidad es una garantía del justiciable dentro del debido proceso y no un derecho del juez a no ser apartado por causales objetivas, que no constituye un desmedro a la idoneidad del juzgador, sino que es una herramienta legal frente a la subjetividad y temor de parcialidad que tiene el imputado por razones fundadas o vicios del procedimiento”.