Dijo que no conocía a la víctima pero luego admitió que lo hizo por miedo a que su esposa lo dejara. La Corte correntina anuló el fallo que lo declaró inocente.
Un hombre había sido absuelto acusado de cometer un femicidio ya que negó haber conocido a la víctima. Sin embargo, acorralado por las pruebas, en el juicio se quebró. Admitió que había mentido y dio una razón: temía que su esposa lo dejara al descubrir que le había sido infiel.
Raúl Alberto Escalante de 36 años aseguró que vio a Tamara Yaquelín Zalazar, de 19 años y madre de un nene, una sola vez en su vida. Dijo que pasó a buscarla y que fueron juntos a un hotel, donde tuvieron relaciones. Luego, dejó a la víctima en la ruta y siguió camino rumbo a su trabajo.
En las pericias, el recorrido de su celular lo ubicaba en el lugar donde, un día después del encuentro, encontraron muerta a Tamara dentro de una alcantarilla. La habían estrangulado.
Los jueces del Tribunal Oral Penal N° 1 de Corrientes creyeron en Escalante. Consideraron que las pruebas del expediente eran “insuficientes” y lo absolvieron. El fallo generó un escándalo y ahora sufrió un fuerte revés: el Superior Tribunal de Justicia de Corrientes anuló al veredicto y ordenó realizar un nuevo juicio. Primero deben encontrarlo.
Apenas cometido el homicidio, Escalante. un profesor de filosofía que estaban trabajando como albañil, se transformó rápidamente en el principal sospechoso. Su nombre estaba escrito con tinta roja en un cuaderno que la madre de Tamara entregó a la Policía. La mujer contó que lo había encontrado en la cama de su hija, horas después de saber que la habían asesinado.
Otra hermana de la joven aportó otro dato clave: cinco días antes del asesinato, Tamara le había hablado sobre un hombre. “Me dijo que había conseguido un ‘viejito’ de unos 30 años que le daba plata y que tenía un auto. Después me mostró el teléfono y me mostró un mensaje en el que él decía que la iba a pasar a buscar”, recordó Yenifer Zalazar.
Escalante estuvo diez días prófugo. Cuando se entregó, negó conocer a Tamara, dijo que le habían hackeado el Facebook y que el celular se la había caído en una laguna. Para ese entonces, los investigadores ya habían accedido al perfil de Facebook de la víctima, donde comprobaron que el 5 de enero había aceptado una solicitud de amistad del sospechoso.
En el análisis de los celulares de ambos, los investigadores determinaron que el 4 y el 12 de enero Escalante llamó 26 veces a la víctima. En ese mismo lapso de tiempo le envió 69 mensajes de texto y recibió 71 como respuesta. La última comunicación se produjo a las 12.23 del 12, minutos antes de que Tamara fuera vista por última vez.
A partir del análisis del celular de Escalante determinaron el recorrido que hizo el día del homicidio. Comprobaron que salió de su casa, buscó a Tamara por el barrio San Marco y pasó por la zona donde hallaron el cuerpo, para luego ir hasta Paraje Tacuaral, donde lo esperaban para trabajar.
Además, los análisis de ADN confirmaron que había rastros del acusado en el cuerpo de Tamara y en dos de sus prendas.
La última evidencia que lo complicaba apareció en su auto, un Renault 19 donde encontraron un cable que, según analizaron los investigadores, era compatible con el elemento utilizado para estrangular a Tamara.
Escalante llegó al juicio imputado por “homicidio calificado mediando violencia de género”. El 26 de abril de 2018, fue absuelto. Los jueces argumentaron “insuficiencia probatoria”.
El fallo del tribunal se centró en las dudas sobre la data de muerte. Consideraron que no había evidencias contundentes de que la joven hubiera sido asesinada en el lapso de tiempo en el que estuvo acompañada del acusado.
El veredicto fue apelado por el fiscal del juicio, Carlos Lértora, y el abogado de la familia de la víctima, Hermindo González.
El 10 de junio, El Superior Tribunal de Justicia de Corrientes anuló el fallo absolutorio y ordenó que Escalante se someta a un nuevo juicio. “Es una decisión histórica porque exige analizar los casos con perspectiva de género. Además, considera que el análisis del material fue defectuoso y no desecha las evidencias, por lo que ya tenemos las pruebas para el debate”, explicó a Clarín el abogado querellante. Y adelantó que pedirá que el acusado vuelva a ser detenido.