El candidato presidencial afirmó en una entrevista que la plata que el empresario venezolano intentó ingresar a la Argentina en 2007 “iba a ser depositada en Uruguay”.
A raíz de declaraciones del candidato presidencial Alberto Fernández en una entrevista sobre el dinero que Antonini Wilson intentó ingresar al país en 2017, la oposición en Uruguay pidió abrir una investigación.
En televisión, Fernández afirmó que el dinero que el empresario venezolano intentó ingresar era plata de la corrupción del régimen chavista que “iba a ser depositada en Uruguay”.
Es por ello que el senador y candidato a presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres, destacó la necesidad de investigar “seriamente” los “lazos comerciales, económicos y oscuros entre el chavismo y los gobiernos del Frente”, según consignó el diario El País de Uruguay.
Por su parte, la diputada nacionalista Graciela Bianchi, que suele trabajar en causas conjuntas entre ambos países con Graciela Ocaña, consideró que la fiscalía debería investigar “de oficio”: “Fernández está tratando de comprar futuro, pero nosotros ya sabíamos que esto venía para Uruguay”.
En junio de 2018, la Justicia en Argentina ordenó el cierre de la causa. El juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola, que se negó a procesar al exfuncionario Claudio Uberti, y el fiscal Pablo Turano, fueron los encargados de cerrar el expediente, que reveló los negociados del kirchnerismo con el gobierno de Hugo Chávez y la existencia de una “embajada paralela” entre ambos países.
En ese momento en la Argentina se llevaba adelante la campaña de Cristina Kirchner para las elecciones presidenciales de 2008. El episodio de la polémica ocurrió la madrugada del 4 de agosto de 2007, cuando la agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) María del Luján Telpuk ordenó abrir una valija del empresario venezolano Guido Alejandro Antonini Wilson en un avión de la empresa Royal Class contratado por ENARSA (Energía Argentina Sociedad Anónima) y encontró USD 790.550.
En Uruguay, en aquel momento, también se abrió una investigación. Según El País, los diputados opositores expresaron que Antonini ingresó a Uruguay siete veces entre 2006 y 2007 y que la actividad principal era “concretar negocios”, oficiar “como lobista” y que su nombre había aparecido vinculado a operaciones de intercambio entre Venezuela y Uruguay. En 2010, el juez no encontró pruebas y clausuró el caso.