La acusada ya había sido condenada por injurias. Utilizando hashtags, la mujer hacía referencia a publicaciones pasadas que ofendía a los demandantes.
Una mujer, condenada el año pasado por injurias a través de las redes sociales, ha sido obligada por la Justicia mendocina a borrar una batería de posteos en los que injuriaba y calumniaba a su exmarido, a la nueva pareja de éste y a sus hijos.
El “bozal legal”, dictado hace días por la jueza Ana Carolina Di Pietro, juez del Tercer Tribunal de Gestión Asociada (Civil), contiene una medida inédita a nivel nacional. Es que, obliga a la acusada a que se abstenga de realizar publicaciones de este tipo en su perfil en Facebook. En caso de continuar con los posteo ofensivos, deberá pagar una multa diaria.
La medida incluye medidas de “hacer y de no hacer”: la injuriadora debió borrar, de su Facebook, 24 publicaciones y, por otra parte, a futuro, no deberá hacer publicaciones en las que haga referencia a los demandantes directa o indirectamente ya que la demandada realizaba publicaciones en las que no nombraba a los demandantes pero al agregar hasthags como “padre perfecto”, hacía referencia directa a viejas publicaciones donde sí estaban identificados.
Mónica Beatriz Molina, la mujer demandada, el año pasado tuvo un revés en la Justicia por sus desbocadas incursiones en las redes sociales: el juez penal Eduardo Martearena la condenó por injurias a pagar la suma de $10.000 y, además, a publicar en su muro, durante siete días, la sentencia.
El fallo de Martearena fue el primero en Mendoza que se expresó sobre este tipo de delitos que ha generado el cotidiano uso de las redes sociales.
