El flamante titular del organismo consideró que “la corrupción no es sólo un asunto moral sino también político, porque en una contratación con sobreprecios hay retornos, y es dinero que la población pone para financiar ese negocio”.
El titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Félix Crous, aseguró que el organismo a su cargo “no se trata de una superfiscalía ni será persecutor judicial”.
El funcionario considero que “siempre detrás de los hechos de corrupción hay una forma de transferencia de riqueza a los sectores concentrados”, al tiempo que apuntó que “la corrupción no es sólo un asunto moral sino también político” y fundamentó: “En una contratación con sobreprecios hay retornos, y es dinero que la población pone para financiar ese negocio”.
En declaraciones radiales, reconoció que “puede haber funcionarios del Estado en negocios de este tipo, pero también del otro lado del mostrador están los corruptores, que cuando son descubiertos se ponen en extorsionados y lo denuncian después de que se descubre el crimen”.
El titular de la OA dijo: “Es muy llamativo que para determinados juicios se haya contratado a abogados externos a la Oficina y a la planta del Estado, como por ejemplo en la causa de ‘Los Cuadernos’ y otras que no son conocidas”.
En ese sentido señaló que “hay que analizar cómo han sido contratados por afuera” del organismo, “cómo han sido seleccionados”, y refirió que esa práctica “no es novedosa”, pero sí “llamativa o anómala”.
“No quiero alimentar más suspicacias, pero parece imponerse la idea de imposibilidad del Estado de llevar adelante una causa, está lo ideológico de que el Estado no sirve”, indicó el funcionario elegido por el Gobierno.
Por último, Crous consideró que el Estado “debe suprimir esa práctica, es decir no recurrir a los que están afuera de su planta profesional, porque se presta a equívocos o suspicacias, y porque hay abogados calificados que tiene la oficina para llevar adelante las investigaciones”.
tenemos una justicia demasiado lenta