La justicia ordenó su detención. El acusado es un allegado a la familia, a quien la nena le decía tío.
En una clase escolar de Educación Sexual Integral (ESI), reveló ante sus compañeros que un familiar abusaba de ella. De inmediato, la maestra lo comunicó al gabinete psicopedagógico y derivaron la información a un centro de niñez.
“Hola, no sabés lo que me pasó, mi tío me tocó la cola y la chucha. Estábamos los cuatro en la cama y me desperté con él tocándome. Yo cerraba las piernas y él hacía más fuerza. Como que me quiso violar”, contó la nena de 12 años a una compañera de colegio sobre los abusos sexuales a los que la sometía su tío.
Ese secreto, que la víctima no quería revelar por temor a que no le creyeran o causar un revuelo en su familia salió a la luz durante el verano de 2018, cuando la mamá de esa amiguita se enteró del contenido de ese audio de Whatsapp y se lo hizo escuchar a la madre de la nena.
Al ser indagada por su mamá, ratificó sus dichos y hasta le confesó que le había dicho a su “tío” que tenía que hacer pis para detener el manoseo y que como había quedado en estado de shock no había podido contarle nada a nadie.
El abusador es Leandro Martínez de 43 años, marido de la prima hermana del papá de la niña. La nena y Leandro siempre tuvieron una relación muy estrecha y era habitual que ella se quedara a dormir en su casa, invitada por sus primos. De hecho, la joven le decía “tío” a su abusador.
Tras soportar los abusos, la pequeña se la ingenió para conseguir una prueba irrefutable y exponerlo delante de toda la familia: aprovechó que sus padres habían hecho una reforma en su casa e instalaron cámaras de vigilancia en su pieza para hacer que su perverso accionar quedara filmado.
La víctima llevó al hombre a hacer una especie de tour por toda la vivienda. Primero fueron al fondo, donde se construía un quincho, y después lo llevó a su habitación. Fue en ese lugar cuando la cámara apostada en una de las paredes captó claramente el momento de otro nuevo abuso.
Ese material fue clave para que la justicia avanzara en la investigación y emitiera una orden de inspección socioambiental en el country donde vive Leandro: tanto el hombre como la familia se había ido de vacaciones y nadie sabe nada de ellos.
Hace casi un mes que Leandro Martínez está desaparecido y la nena está muy susceptible y alterada por todo lo ocurrido. La nena tenía turno para declarar en cámara Gesell para marzo, pero a pesar del trabajo “impecable de la fiscalía, ahora no sé qué va a pasar por todos los recursos de la defensa”, explicó el papá de la víctima.