Los detenidos reclaman excarcelaciones y prisiones domiciliarias por temor a contagiarse de coronavirus.
Finalmente, arrancó la nueva mesa diálogo que fue acordada el pasado sábado entre los presos del penal de Devoto y las autoridades judiciales y penitenciarias.
En la reunión participan Ariel Cejas, funcionario de la Procuración Penitenciaria, el director del SPF Emiliano Blanco, el juez de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal Daniel Morin, la Defensoría de Ciudad de Buenos Aires, del Comité Nacional de la Prevención Contra la Tortura y la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin).
Mientras que representantes del Ministerio De Justicia y el secretario de Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Juan Martín Mena, no asistieron.
En el penal de Devoto esperan la respuesta sobre los reclamos que hicieron y acordaron con las autoridades judiciales, tanto para esa cárcel como para todas las del sistema federal. Bajo ese contexto, Gastón, uno de los presos de Devoto dijo en una entrevista radial: “Si no hay arreglo lamentablemente terminará todo mal en las cárceles de todo el país”.
Según los lineamientos que fijó la Justicia, se hará una reclasificación en subgrupos según los lineamientos que fijó la Justicia sobre quiénes estarían en condiciones de obtener la prisión domiciliaria.
Dichos subgrupos a revisar son los presos con riesgo por enfermedades preexistentes o que superan los 60 años y se fijó un número de 1.280 detenidos, algunos de los cuales ya recuperaron su libertad, los presos que estén con libertad condicional, salidas transitorias ya otorgadas y los que tienen condenas menores a los 3 años o bien lleven con un lapso no mayor a los dos años de preventiva.
También se clasificarán a los extranjeros con trámite de expulsión y las embarazadas o con niños que estén tras las rejas.
En la primera reunión que se hizo el sábado pasado, las autoridades se comprometieron a otorgarles a los detenidos elementos de protección e higiene.