Ante los investigadores, contó que presenció “parte del hecho” y reveló las dos secuencias en las que escuchó los tres disparos.
Por la causa en la que se investiga el homicidio del ladrón Franco Moreyra en Quilmes, asesinado por Jorge Ríos, un testigo que presenció parte del hecho declaró ante los investigadores.
Según la declaración a la que accedió Télam, la persona, cuya identidad está resguardada, reveló las dos secuencias en las que escuchó los tres disparos.
Luego de haber visto en los medios lo que ocurrió durante la madrugada del pasado 17 de julio, la persona se presentó “de forma espontánea a la seccional policial de Quilmes Novena” y recordó que ese día, aproximadamente a las 4:40 horas, salió de su casa a bordo de su vehículo particular “marca Fiat modelo Uno de color blanco con el capot negro, con dirección a la empresa de colectivo 257”.
Al llegar a la arteria Acha y Ayola, “veo que van cruzando a las corridas dos masculinos sobre la calle Acha hacia Irala, de los cuales recuerdo estaban vestidos con ropas de gimnasia de color oscuras y con barbijos”, relató.
Y detalló: “Luego de haber pasado la arteria Amoedo es que decidí volver, ya que me quedé pensando que estos sujetos que había visto correr podrían querer meterse a mi domicilio, dado que la zona es bastante insegura. Doblo en la calle Benito Pérez Galdos sobre la arteria Acha con sentido norte a sur, y al llegar a la calle Ayola, observo una persona de contextura física morruda, pelo bien corto vistiendo una campera de color crema, al cual no reconozco porque esa calle no posee buena iluminación. Este sujeto se tomaba del pecho con sus manos y estaba encorvado, por lo que me detengo y me coloco a la par y le pregunto si se encontraba bien, si necesitaba ayuda, por lo que este masculino no me respondió nada. En ese momento es que veo por el espejo retrovisor de mi vehículo, que desde atrás ya se encontraba una persona mayor quien poseía en su mano un arma de fuego, y que en ese instante escucho un disparo de arma y que enseguida escucho un segundo disparo”.
Posteriormente, y ante esta situación es que la persona testigo aceleró su vehículo y se va del lugar: “Hasta llegar a la calle Irala donde doy la vuelta en U y vuelvo a pasar por donde estaba este hombre armado, haciendo esto por nervios ya que no sabía quiénes eran, no sabiendo cómo actuar, si bajarme o no”.
“Al pasar lo veo al hombre pateando al masculino que estaba en el piso y ante mis nervios sigo sin parar pero a baja velocidad, y en ese instante escucho un nuevo disparo, siendo el tercero. Luego de hacer unos cincuenta metros, me detengo, con el fin de ver si podía reconocer a alguien de los que se encontraban en el lugar y observo que salen de una vivienda una mujer y un hombre los cuales algo me gritaban, no logrando escucharlos”, explicó.
En ese momento recibo, el conductor recibió la llamada de su pareja quien le comenta que había escuchado disparos y “me preguntaba si estaba bien, por lo que decidí retirarme hasta la empresa de colectivo 257, donde al llegar le comenté de esto a el inspector de la línea y a unos compañeros, los cuales se sorprendieron pero que luego de unos instantes me dieron la planilla y salís a trabajar”. “No me presenté ese mismo día a la seccional policial por temor a que luego me vayan a buscar a mí”, concluyó.