Se trata de un campamento recreativo Hueche Ruka, usado por grupos eclesiásticos, escuelas, y grupos de boy scauts que pertenecen al Obispado de San Isidro. El Gobierno formó una “mesa de negociación” para tratar de solucionar el conflicto de manera pacífica.
Tras las denuncias de usurpaciones de terrenos en diferentes partes del país, ahora la Iglesia denunció que un grupo de mapuches tomó tierras y bañas en Villa Mascardi que pertenecen al Obispado de San Isidro.
Se trata de un campamento recreativo Hueche Ruka (casa de jóvenes) que era utilizado por grupos eclesiásticos, escuelas, y grupos de boy scauts y docentes y alumnos de la zona.
El Obispado de San Isidro, a cargo de monseñor Oscar Vicente Ojea, realizó la denuncia judicial y el religioso se reunió con funcionarios nacionales que llevan adelante las negociaciones para destrabar el conflicto que ya derivó en la formación de 47 expedientes por usurpación, vandalismo y hasta la quema de estancias, campos y materiales de trabajo como tractores y camiones.
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“Queremos dejar en claro que la acción penal que realizamos no es porque tenemos animadversión con los mapuches. Solo queremos recuperar lo que nos usurparon, no importa quiénes sean. Queremos dar certeza que hicimos una denuncia por usurpación. Este lugar ya había sido saqueado e incendiado. Ahora directamente lo tomaron. Por eso judicializamos el tema. Monseñor Ojea decidió no hacer declaraciones sobre el tema y dejamos todo el tema en manos de la justicia”, confirmaron desde la sede el Obispado de San Isidro a Infobae.
Con nueva toma, protagonizada por la comunidad Lof Lafken Winkul Mapu, liderada por la “machi” Betiana Colhuan, las hectáreas tomadas llegaron a 60 en una de las zonas turísticas de Río Negro.
Según detalló Infobae, la comunidad Lof Lafken Winkul Mapu no está viviendo en ese predio, sino que allí cría a parte de los animales que utilizan, como caballos, cabras y ovejas. El asentamiento principal sigue estando en el Parque Nacional.
La intención del Gobierno Nacional, es llegar a un consenso con el grupo mapuche más radicalizado de la zona sin llegar a la violencia. “Las negociaciones están encaminadas, aunque son lentas porque en el camino hay muertos y eso no se olvida”, señalaron.
Desde la iglesia, en cambio, le aseguraron que los abogados que representan al Obispado seguirán impulsando la denuncia por usurpación contra los mapuches y explicaron que el predio, que supo ser lugar de descanso y recreativo para estudiantes de escuelas primarias y secundarias, desde hacía un tiempo estaba desocupado porque “el lugar se había vuelto muy inseguro por los constantes ataques”.