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Mala praxis: tiene 11 años y quedó discapacitado por un accidente en el control de rutina de una guardia

Hace once años, Deborah Kahan llevó a su bebé de casi dos meses a una guardia pediátrica para un control ante la aparición de un brote dérmico. Una enfermera tomó al nene para extraerle sangre: sin querer, le golpeó la cabeza contra uno de los bordes de la pantalla en la que se visualizan las radiografías. Rocco Grime Kahan era un bebé sano, pero el accidente lo dejó incapaz de valerse por sí mismo para siempre. 

Tras el golpe en la cabeza contra uno de los bordes de la pantalla en la que se visualizan las radiografías, permaneció algunos días en terapia intensiva, incluso los médicos le daban pocas probabilidades de vida. “En los primeros dos años el gordito gateaba, caminaba normal y pensamos que lo que había sucedido había sido solo un susto, pero faltaba el habla y, como ya tenía dos hijos noté que Rocco babeaba más de ‘lo normal’. A partir de ahí, lo llevé con un médico legista, le explicamos el caso y él indicó que urgente había que presentar un litigio”, contó Deborah Kahan, la mamá del niño en diálogo con serajusticia.net.

El diagnóstico del pequeño es “retraso madurativo severo, afasia mixta global severa que es secuela de la mala praxis médica, es decir, 100% de discapacidad cognitiva, severa e irreversible”.

Pese a que ya pasaron muchos años desde que la familia Grime Kahan lucha por el resarcimiento y, si bien en primera instancia la Justicia falló a su favor, los abogados de una de las partes demandadas, la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), el sindicato de los trabajadores estatales que dirige Andrés Rodríguez, trabaron el cumplimiento y manifestaron su intención de rechazar esa indemnización vital.

Rocco con sus hermanos: (de izquierda a derecha) Tobías, Rocco, Eric y Dante

“Nosotros, en primera instancia tuvimos un fallo favorable en la gran mayoría de nuestro reclamo inicial porque la mala praxis se prueba desde el secuestro de la historia clínica donde figura quién lo golpeó, a qué hora y demás. Sin embargo, la UPCN apelaron todos los puntos que nosotros pedimos”, contó Deborah.

Según cuenta la mamá, la explicación que dan desde el sindicato para oponerse al pago tras el fallo, es que “ellos no podían saber si lo que tenía Rocco era producto del golpe recibido en la clínica, sino que podría haber sido un sangrado espontáneo”. Pero la mujer de 40 años explicó que en el estudio que le hicieron a su hijo cuando lo golpearon, salió que tenía una “contusión cerebral”, es decir, un hematoma producto de un golpe.

Lamentablemente, esta no fue la única “excusa” que presentan desde el sindicato para no hacerse responsable: Dante, el segundo hijo de la familia, tuvo algunos inconvenientes para aprender y se escudaron de eso para poner más trabas.

“Los abogados de UPCN dicen que Rocco tiene algo genético. Eso es mentira. Ninguno de mis hijos tiene problemas. Lo que le pasó a Dante es consecuencia de lo que le hicieron a su hermano. No tienen límites. Son desalmados”, afirmó Deborah, quien a raíz de eso le hizo un estudio genético y presentó para desestimar la consideración que hizo la obra social. Hace unos días atrás, la Justicia la incorporó a la causa.

“No hay resarcimiento económico que me va a devolver a mi Rocco que yo engendré, es mi hijo y lo amo, pero mi hijo estaba sano y ellos me devolvieron otra persona. Pero se tiene que hacer cargo porque el gordito va a necesitar asistencia médica de por vida”, pidió Deborah.