Telleldín fue acusado haber entregado la camioneta que en 1994 se usó como coche bomba para atentar contra la AMIA y provocar la muerte de 85 personas. La querella había pedido una pena de 20 años de prisión.
La Fiscalía pidió la prisión perpetua para Carlos Telleldín, acusado de haber entregado la camioneta que se utilizó como coche bomba para atentar contra la AMIA y provocar la muerte de 85 personas el 18 de julio de 1994.
Según los fiscales Roberto Salum y Santiago Eyherabide, Telleldín compró en 1994 una camioneta utilitaria a la cual le sacó el motor que puso en otra camioneta similar, y ese mismo motor fue encontrado entre los escombros de la AMIA, así como las esquirlas que tras la explosión impactaron en varias víctimas.
Telleldín está procesado sin prisión preventiva como partícipe necesario del atentado y pasó ya una década en prisión desde 1994 a 2004, lapso durante el cual estudió abogacía, profesión que ejerce en la actualidad.
Por esta causa, el abogado de la querella unificada AMIA-DAIA, Miguel Bronfman, pidió 20 años de prisión para el reducidor de autos.
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La semana pasada, en su alegato, el fiscal Salum indicó que “está probado” que el 10 de julio de 1994 Telleldín vendió la camioneta a alguien con acento extranjero, que se presentó en su casa “medio disfrazado” y con una “valija llena de dólares” y se llevó el vehículo sin revisarlo ni pedir papeles.
Telleldín “se representó como probable” que el destino para el vehículo podía ser un delito grave, como “un atentado terrorista” y “no le importó”, sostuvo el fiscal en el alegato ante el Tribunal Oral Federal 3.
