El excampeón mundial padecía una “miocardiopatía dilatada”. Producto de esta patología, también sufrió un “edema agudo de pulmón”. El 10 murió a los 60 años.
Tras la muerte de Diego Maradona, los resultados preliminares de la autopsia revelaron que el exfutbolista sufrió una insuficiencia cardíaca que le provocó un “edema agudo de pulmón”. Además, se comunicó que padecía una “miocardiopatía dilatada”.
Si bien se esperan estudios complementarios, el horario de la muerte fue fijado por los médicos legistas a las 12 del mediodía de ayer. Fuentes judiciales informaron que se extrajeron todo tipo de muestras para los análisis complementarios como los toxicológicos e histopatológicos.
La autopsia empezó pasadas las 19 en la morgue de San Fernando que funciona en el Hospital Petrona V. De Cordero y fue supervisada en persona por el fiscal general del Departamento Judicial de San Isidro, John Broyad, y uno de sus fiscales adjuntos, Patricio Ferrari.
La autopsia estuvo a cargo del jefe del Cuerpo Médico de San Isidro, Federico Corasaniti, pero también participaron dos legistas de los cuerpos médicos de San Martín y La Plata y un perito de parte propuesto por la exesposa de Maradona, Claudia Villafañe, y por sus hijas Dalma y Gianina, pero que solo actuó como veedor.
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Según las fuentes, la autopsia fue filmada y se les prohibió a todos los participantes que pudieran ingresar sus teléfonos celulares con el fin de evitar filtraciones de imágenes.
Las conclusiones de los fiscales:
La última persona que lo vio con vida fue su sobrino el día martes 24/11, a las 23 horas.
En la fecha se encontraban en la casa su sobrino, su asistente, un empleado contratado para su seguridad física, una enfermera y una cocinera.
Llegaron después, a las 11.30, el psicólogo y la psiquiatra personales del fallecido, quienes ingresaron en primer término a la habitación. Se dirigen verbalmente, pero Diego Armando Maradona, que aparentaba estar dormido, no respondía. Por lo que son convocados el sobrino y el asistente quienes lo intentan despertar y sin observar, en principio, la existencia de signos vitales requieren la presencia de la enfermera y la psiquiatra quienes le realizan maniobras de RCP infructuosas.
Piden la presencia de ambulancias de distintas prestadoras y en ese interregno piden un médico en la guardia concurriendo un médico cirujano vecino del barrio. Éste arriba y prosigue con maniobras de reanimación. Luego llegan las ambulancias a cargo del médico clínico de la prestadora médica. Prosigue con las maniobras; aplica ampollas de adrenalina y atropina, constatando finalmente el deceso del causante.