Actualidad

A 6 años de la muerte de Alberto Nisman, cómo sigue la causa

A partir de febrero, la fiscalía citará a 89 espías a prestar declaración testimonial. El cuerpo del fiscal fue encontrado en el baño de su casa, un día antes a la presentación que tenía prevista ante el Congreso para fundamentar su denuncia contra Cristina Kirchner. La oposición convocó para hoy una marcha en pedido de justicia.

Hoy se cumplen seis años desde que el fiscal a cargo de la investigación por el atentado contra la AMIA, Alberto Nisman, murió de un disparo en la cabeza en su departamento de la torre Le Parc, en Puerto Madero.

El cuerpo fue encontrado por su madre, Sara Garfunkel, en la noche del 18 de enero de 2015 en el baño donde vivía el fiscal, unas horas después de que se produjera el deceso.

La muerte se produjo el día anterior a la presentación que tenía prevista ante el Congreso nacional para fundamentar su denuncia contra la expresidenta Cristina Kirchner, contra su canciller Héctor Timerman y otros funcionarios del kirchnerismo por haber promovido una trama de supuesto encubrimiento a los acusados iraníes de perpetrar el atentando a la sede de la AMIA en 1994, mediante la firma de un tratado de Entendimiento con la República Islámica de Irán.

Cómo está la causa

A partir de febrero, el fiscal Eduardo Taiano citará 89 espías a prestar declaración testimonial para lograr determinar por qué hubo un explosivo intercambio de llamadas y mensajes entre agentes de la AFI y el Ejército que comandaba César Milani durante las horas en que Nisman estaba muerto.

Los investigadores reiteran que se trató de un homicidio. Unos 500 testimonios de vecinos del edificio Le Parc, más de 26.000 imágenes de archivo, un entrecruzamiento de 45 mil llamados y una pericia tecnológica son parte de las pruebas concluidas.

Un total 24.000 fojas conforman el expediente en el que el juez Julián Ercolini junto al fiscal Eduardo Taiano, determinaron en una primera instancia que Nisman fue víctima de un homicidio.

Inicialmente el hecho fue investigado como “muerte dudosa”, aunque la fiscal Viviana Fein informó que el disparo había sido efectuado “a una distancia no mayor a un centímetro”, lo cual la apuntaba a un suicidio.

Mirá también: A un año del crimen de Fernando Báez Sosa, habrá actos en homenaje en Villa Gesell

El 20 de mayo de 2016 se hizo una pericia por parte del Cuerpo Médico Forense y la Policía Federal que concluyó que “ninguna de las observaciones contenidas en los aspectos médico-legales del informe técnico elaborado por la querella, en forma individual o en conjunto, indican con certeza pericial médico legal que se haya tratado de un hecho homicida”.

A su vez, dictaminó que “en su muerte no habían participado terceras personas”, pese a que en las manos del cuerpo sin vida de Nisman no habían encontrado restos de pólvora.

A fines del año pasado, tras el cambio de Gobierno, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, anunció su intención de revisar el peritaje realizado por la Gendarmería Nacional que concluyó que Nisman fue asesinado.

La denuncia de Nisman contra Cristina Kirchner

Se basaba en un supuesto pacto secreto con Irán que habría incluido, además de un intercambio comercial de granos argentinos por petróleo, el pedido del Gobierno argentino a Interpol para que cesara las alertas rojas contra los acusados iraníes, y así garantizar su impunidad.

El sábado 17 de enero, el día anterior a su muerte, el fiscal recibió 40 llamadas telefónicas de las entonces diputadas nacionales del PRO Patricia Bullrich y Laura Alonso, que son las que habían cursado la invitación al fiscal al Congreso para que profundizara el contenido de su denuncia.

Esa misma tarde, según constató la investigación, Nisman recibió de manos de su colaborador informático, Diego Lagomarsino, con quien compartía una cuenta bancaria en Estados Unidos, la pistola con la que se efectuó el disparo mortal en la cabeza.

El técnico explicó que Nisman no confiaba en su custodia de seguridad, y que por eso le había pedido el arma. A partir del momento del hallazgo del cadáver, que generó movimientos sísmicos en la opinión pública, se abrieron varias hipótesis, que se resumieron básicamente en la teoría del suicidio (ya sea voluntario o inducido) y la del asesinato político, sostenido entre otros por la exmujer Sandra Arroyo Salgado.

Los procesados en la causa

Lagomarsino quedó procesado como partícipe necesario de la muerte, por haberle llevado el arma de la que salió la bala que mató al fiscal en su departamento de Puerto Madero.

También fueron procesados los cuatro custodios del fiscal por incumplimiento de los deberes de funcionario público y dos de ellos por el delito de encubrimiento.

Convocatoria a una marcha