Junto al joven también serán juzgadas dos personas más, Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán, por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas. La fiscalía y la defensa querellante aseguraron que tienen suficiente material probatorio para enfrentar el juicio y llegar una condena.
Desde hoy y durante dos semanas se llevará a cabo el juicio contra Marcos Lautaro Teruel, hijo de Mario Teruel, líder del grupo folclórico Los Nocheros, junto a sus amigos Silvio Rodríguez y Gonzalo Farfán, acusados de abuso sezual.
Desde el área de Prensa del Poder Judicial informaron que las instancias finales (alegatos y sentencia) del juicio se transmitirán en vivo por el canal oficial de Youtube del organismo.
Tanto desde la fiscalía como de la defensa querellante aseguraron que tienen suficiente material probatorio para enfrentar el juicio y una condena a los tres amigos.
Las acusaciones
Teruel, está imputado en una primera causa por abuso sexual con acceso carnal agravado por el grave daño en la salud de la víctima en concurso ideal con exhibiciones obscenas agravadas continuadas en concurso ideal con corrupción doblemente agravada por tratarse de una menor y por mediar engaño.
En la segunda causa, el hijo de Mario Teruel fue imputado por abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas en coautoría con Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán.
De acuerdo a la investigación y las pruebas recogidas desde realizada la denuncia, el 13 de marzo de 2019, por la madre de la víctima, en la primera causa Lautaro habría cometido diversos hechos de abuso sexual en perjuicio de una niña de diez años, hechos que se habrían perpetrado en más de una oportunidad.
Según la instrucción, el acusado aprovechaba la visita de la víctima a la casa del imputado donde asistía para jugar con un familiar.
Cómo se inició la causa
El caso se dio a conocer gracias a la denuncia de la madre de la víctima menor de edad. La mujer decidió iniciar acciones legales apenas se enteró de la violación, casi siete años después.
A raíz del ataque sexual, que se repitió varias veces, la nena intentó suicidarse, presentó un cuadro de anorexia y se autoflageló en distintas oportunidades. “Le han destruido la vida. Tuvo un gran daño físico y psicológico”, remarcó Santiago Pedroza, abogado de la joven abusada, en referencia a la importancia del agravante de la salud.