En medio de la polémica interna del Frente de Todos sobre los presos políticos, el Presidente pidió ser prudentes porque “en el mundo escuchan lo que discutimos acá”.
El presidente Alberto Fernández habló sobre los presos políticos en Argentina y aseguró que “no hay” y hasta se mostró “molesto” por los dichos de miembros de su gobierno sobre que sí hay dirigentes en esa situación.
“Me molesta que me digan que tengo presos políticos porque no los tengo”, aseguró el mandatario nacional en declaraciones radiales.
En medio de la polémica interna del Frente de Todos sobre los presos políticos, Fernández precisó: “Tenemos que ser prudentes porque en el mundo escuchan lo que discutimos acá”.
“Hay que decirles a los compañeros que no sean tontos. Lo que quieren es hacernos pelear entre nosotros, dividirnos. Todos sabemos lo que hizo la Justicia”, destacó el mandatario y lo consideró una discusión “tan innecesaria” la que se da alrededor de los presos políticos. “Si hay alguien que cuestionó los procedimientos judiciales fui yo”, resaltó.
Así se expresó luego de las diferencias dentro de su gobierno sobre casos como el de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, y la del ex vicepresidente Amado Boudou. “El preso político es el que técnicamente está a disposición del Ejecutivo. No tengo a nadie preso sin causa”, enfatizó el Presidente.
La tensión sobre el tema resurgió la semana pasada luego de que el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, planteó en una entrevista realizada por Infobae que en el país no hay presos políticos pero sí detenciones arbitrarias.
Sus dichos provocaron la reacción del exministro de Planificación, Julio De Vido, y de Milagro Sala, quienes continúan detenidos por diversos delitos presuntamente cometidos durante los gobiernos kirchneristas.
Aborto:
Alberto Fernández habló sobre el objetivo del proyecto de ley que enviará al Congreso en marzo para “legalizar” el aborto seguro y gratuito para que las mujeres tengan atención y contención en cualquier hospital público de la Argentina.
“La penalización del aborto es un daño enorme que sufre la Argentina. Ya dije mil veces, hay que despenalizar el aborto y legalizarlo. Porque de otro modo, no se puede funcionar. La legalización quiere decir que todas tengan acceso a la salud pública para tener la atención adecuada”, dijo.
Consultado sobre si se avanzará con el proyecto por etapas, primero con la despenalización y luego con la legalización, el jefe de Estado fue tajante: “La idea es terminar de una vez con esta discusión que no sé por qué se prolonga tanto tiempo, que me parece que es parte de la hipocresía argentina porque mientras discutimos los abortos se siguen practicando”.
El jefe de Estado también se refirió a la marcha convocada por la Iglesia para el 8 de marzo para oponerse a la iniciativa: “Que uno legalice el aborto tampoco lo hace obligatorio. Y hay muchos creyentes en la Iglesia Católica que piensan que el aborto no es una buena práctica. Hay que respetar todas las posiciones”