La directora del proyecto Carayá, un refugio cordobés de monos y pumas, hizo pública la situación de los más de 70 animales que viven en el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (Cemic) donde funcionaba una unidad en la que se alojan más de 70 animales que son utilizados con fines experimentales de enseñanza o pruebas de control.
En diálogo con Lorena Maciel, Juárez contó que desde el centro de Saavedra la contactaron hace cinco años para hacer el traslado de los monos para albergarlo y aceptaron. Sin embargo, el año pasado durante un zoom les planteó que el refugio tenía mas cantidad de animales que desde un principio por lo que solicitó ayuda.
“Les dije que estábamos en condiciones de recibirlos, pero les hice el pedido que nos hicieran los recintos, es decir, unos paneles para armarlos para que hacer una adaptación paulatina ya que los monos siempre vivieron en un sótano y no conocen el sol”, relató en #FuturoImperfecto
Al mismo tiempo, solicitó ayuda para la alimentación. Y si bien nunca me dijeron que no, tampoco se avanzó con el trabajo de traslado. “Con el correr del tiempo nunca se supo más nada y como conocía de la situación tuve la necesidad de que esto se hiciera conocido para que puedan ser trasladados y no ser cómplice de que sigan encerrados”, aseguró y alertó por el traslado en el que el CEMIC pretende dormir a los animales pero sería un gran riesgo ya que podría morir
Por otro lado explicó que hasta el momento no hay una acción judicial, aunque escuchó que una ONG sí iba a avanzar por una vía legal. “Estoy hay que tomarlo con calma, el CENIC no tienen muchos argumentos para seguir teniéndolos allí”, agregó y dejó en claro que cada animal están en una jaula, pero no están mal atendidos