La ministra de Seguridad Patricia Bullrrich aseguró que buscan minimizar los efectos de las falsas alertas en medios de transporte público.
A raíz de la seguidilla de amenazas de bomba en diversos lugares de la Ciudad que se vivió el lunes, el Gobierno estudia modificar el protocolo que se activa ante las falsas advertencias de artefactos explosivos que son realizadas al 911.
La ministra de Seguridad Patricia Bullrrich adelantó que se están evaluando medidas alternativas para acotar las consecuencias que este tipo de situaciones generan, principalmente, en los pasajeros de trenes y subtes. “Hay lugares donde los protocolos se realizan sin que el edificio se llegue a vaciar. Queremos minimizar el efecto de este tipo de amenazas para que no genere tanto problema en la gente que tiene viajar”, señaló en diálogo radial
“Estudiamos medidas que acorten las consecuencias de los problemas que generan las amenazas para tener mayor agilidad. De esta forma, detectar patrones de repetición para actuar rápidamente”, agregó.
En ese sentido, En tanto, la ministra descartó que exista un patrón o una organización detrás de las amenazas de bomba y sostuvo que se trata de «un efecto repetición». «Es gente que no tiene relación entre sí y que padece problemas psiquiátricos», indicó sobre los autores de las falsas llamadas en las que se advirtió sobre la supuesta presencia de explosivos.
Lunes lleno de amenazas
Las estaciones terminales de Retiro y Constitución tuvieron que ser desalojadas a raíz de amenazas de bombas que fueron recibidas poco antes de las 16 a través de la línea telefónica del 911. Casi dos horas más tarde, se reanudó el servicio de todas las líneas.
Los servicios del ferrocarril Roca se encontraron interrumpidos hasta las 17:45 y la estación de Constitución estuvo cerrada.
La línea Mitre, con sus ramales Mitre y Suárez, circularon en forma limitada hasta Colegiales, y el ramal Tigre solo llegó a la estación Belgrano C mientras la brigada antiexplosivos corroboró la inexistencia de elementos peligrosos en el lugar.
Por su parte, el Ferrocarril Belgrano Norte circuló en forma limitada y con demoras entre las estaciones Saldías y Villa Rosa, hasta que las fuerzas de seguridad confirmaron que no hallaron elementos explosivos en la terminal, cuyo hall ya fue habilitado nuevamente.
La amenaza también alcanzó a la línea San Martín, incluso a pesar de que su servicio es limitado y no llega hasta Retiro por las obras que se están llevando adelante para elevar las vías y eliminar los cruces a nivel.
Cerca de las 13 tanto en la Casa Rosada como en el anexo de la Cámara de Diputados recibieron llamadas anónimas en las que se advirtió sobre la supuesta presencia de explosivos, por lo que se comenzó con los protocolos de seguridad correspondientes.
La amenaza se produjo pocas horas después de que detuvieran a un hombre que quiso ingresar armado a la Casa de Gobierno con la excusa de que tenía una reunión con el presidente Mauricio Macri, que resultó ser falsa.
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