Se los acusa de haber actuado con premeditación y alevosía. La jueza Capuchetti los embargó en 100 millones de pesos.
La jueza federal María Eugenia Capuchetti procesó con prisión preventiva a Fernando André Sabag Montiel y a Brenda Uliarte como «coautores» del delito «tentativa de homicidio calificado», por haber intentado asesinar a la vicepresidenta Cristina Kirchner el pasado 1 de septiembre en la puerta de su casa de Recoleta.
La magistrada entendió, además, que el delito que les endilgó a ambos imputados está «agravado por el empleo de armas de fuego, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas» y que el plan criminal se venía pergeñando al menos desde el 22 de abril, según surge del fallo de 96 páginas al que accedió esta agencia. Además, Capuchetti les impuso embargos sobre sus bienes por 100 millones de pesos a cada uno.
Sabag Montiel (35) es el hombre que le apuntó (y gatilló) a la dos veces expresidenta con una pistola Bersa calibre 32 que tenía cinco balas en el cargador, mientras Uliarte (23) es su pareja y aparece en la investigación como quien planificó el ataque junto al agresor, de acuerdo con la resolución a la que accedió Télam.
Al describir el hecho, la jueza señaló que Sabag Montiel actuó «disimulado entre la gente y con su rostro cubierto con un tapabocas y gorro de lana» y extrajo la pistola semiautomática Bersa calibre .32, con la numeración ‘25037’ en el lateral izquierdo del cañón «con el fin de dar muerte a la Sra. Vicepresidente de la Nación, tal como lo había planificado junto con su consorte de causa, Brenda Elizabeth Uliarte».
Por esta causa también está detenida Agustina Díaz (21), con quien Uliarte mantuvo conversaciones, al menos desde el 4 de julio pasado, en las que hablaban de intentar asesinar a la Vicepresidenta; además de Nicolás Carrizo, amigo de los dos principales imputados, que será indagado el viernes.
Los intercambios entre Díaz y Uliarte se extendieron hasta el 2 de septiembre, jornada en la que Díaz le aconsejó a su amiga que se deshiciera de su teléfono celular para evitar ser incriminada por el intento de magnicidio por el que había sido detenido Sabag Montiel.