El hecho ocurrió hace 16 años en Corrientes. El cuerpo del joven de 21 años nunca apareció.
Este jueves la Justicia confirmó la detención de Cristian Carro Córdoba, uno de los condenados por el secuestro de Cristian Schaerer, joven secuestrado hace 16 años en la puerta de su casa en la provincia de Corrientes.
Si bien su familia pagó el rescate por 277.300 dólares (aún así, se cree que el mismo día que los captores cobraron el dinero mataron al joven de 21 años), su cuerpo nunca más apareció.
El fallo no ocurrió en el marco de la causa por el secuestro y desaparición de Schaerer, sino en un proceso de extradición pedido por Paraguay, precisamente por otro secuestro extorsivo que Carro Córdoba está acusado de cometer en el país vecino mientras estaba prófugo por capturar al correntino.
El secuestro de Cristian Schaerer
El 21 de septiembre de 2013, el joven de 21 años fue sorprendido por los delincuentes cuando se bajaba de su Mercedes Benz para abrir el portón del garaje de su casa del barrio Las Tejas, a 15 cuadras del microcentro correntino.
Durante la investigación se determinó que los secuestradores lo mantuvieron oculto en varios lugares: la localidad de Saladas, a 100 kilómetros de la capital provincial; la ciudad correntina de Paso de los Libres y la brasileña Uruguayana.
El joven envió un audio a su familia para exigir el pago del rescate: “Si ustedes no pagan me van a matar. Quiero vivir, por favor pagá, papá. Quiero tener hijos, formar una familia, vivir de mi profesión”. “Tengo veintiún años y muchos proyectos. No molesten a los secuestradores, pagá por mi vida, si no, me muero. Estoy destruido, todo lastimado. Tengo la rodilla, una pierna y la cabeza golpeadas. Tengo diez kilos menos, me falta un diente. Estoy todo mutilado. Me pegan todo el día. Si me ves no me vas a reconocer”, decía.
Dos meses después de su captura, Pompeya Gómez, mamá de Cristian, pagó un rescate de 277.000 dólares en Ciudad del Este (Paraguay), pero el joven, hijo de Juan Pedro Schaerer, un exfuncionario correntino que por causas penales pendientes reside en Paraguay, nunca fue liberado.
Mientras Lorhman y Maidana se mantuvieron en la clandestinidad, el caso tuvo dos juicios orales: en el primero recibieron condenas a 25 años de prisión los líderes de la banda, Cristian Carro Córdoba y Raúl “Caniche” Salgán; 16 años Gonzalo “Paraguita” Acosta y 12 años Claudio Cornelli Belén.
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