Se trata Rodolfo Benvenutti, jefe de quirófano que fue consultado por Víctor Stinfale y visitó al Diez cuando fue internado para operarse del hematoma subdural.
En el último día de la tercera ronda de indagatorias en la causa por la muerte de Diego Maradona, el jefe de quirófano Rodolfo Benvenutti, se presentó ante la Justicia y en sus declaraciones puso en duda la actitud profesional del neurocirujano Leopoldo Luque, uno de los siete imputados que tiene el caso.
El director asociado del Hospital Nuestra Señora de la Merced de Martín Coronado, dijo que al supervisar la operación se tomó la decisión de que Luque no participe de la cirugía porque “no estaba en condiciones anímicas” y “tenía una actitud de un fan”. Además, le aportó a los fiscales la grabación de la reunión donde se decidió la internación domiciliaria.
“Cuando ingresamos nos llamó la atención que había una persona de cuclillas en el piso besándole la mano en una posición no muy profesional, preguntamos quién era y se presentó, era el Dr. Luque. Lo que presencié al ingresar no me pareció que era de un profesional porque ante una complicación tiene que operar potencialmente lo que pueda ocurrir. Tenía un actitud de un fan, de un familiar afectado emocionalmente, no mantenía la distancia para tener objetividad y claridad tanto pre, intra y post quirúrgica”, declaró Rodolfo Benvenutti.
El profesional fue convocado por los fiscales Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra, luego de que el abogado Víctor Stinfale declarara que, como su médico de confianza, le pidió que lo acompañara a la Clínica Olivos el 3 de noviembre pasado cuando supo que operaban allí a Maradona de un hematoma subdural.
Benvenutti explicó que cuando Luque les dijo que ya tenía otros dos profesionales con quienes operar, Stinfale y él le dijeron que “no era un equipo de excelencia, que no era el equipo que necesitaba Maradona”, a lo que el ahora imputado les dijo que era una “cirugía simple y sencilla”.
“Yo en el ascensor le dije que se estaba equivocando porque no estaba en condiciones anímicas de operar. Lo que presencié al ingresar no me pareció que era de un profesional porque ante una complicación tiene que operar potencialmente lo que pueda ocurrir”, afirmó.
Además, el jefe de cirugía le dijo a los fiscales que Luque “es neurocirujano especialista en columna” y que “a Maradona había que operarlo con un neurocirujano que opere cerebro todos los días”.
También recordó que en ese momento, Stinfale se encontró en la clínica con Gianinna y Dalma Maradona, las hijas del Diez, y que ellas estuvieron de acuerdo con que Luque no hiciera la operación.
Benvenutti afirmó que se operó con otros expertos y que “la cirugía transcurrió con total normalidad” pero que otra situación se dio con Luque cuando tenía que ir a dar el parte médico a la prensa.
“Increíblemente Luque entra en crisis de nervios o estrés. Yo pienso que fue superado por la situación. Se pone en cuclillas, empieza a llorar. Stinfale intentó contenerlo. Estaba desbordado”, describió el médico, quien recordó que luego él salió con el neurocirujano para apoyarlo en la conferencia.
Maradona murió de un edema pulmonar y una falla cardíaca el 25 de noviembre de 2020 al mediodía, en una casa del barrio privado San Andrés, de Tigre, donde transitaba la internación domiciliaria que está bajo investigación penal en la justicia de San Isidro.
En la causa hay siete profesionales de la salud imputados por “homicidio simple con dolo eventual”, figura penal que prevé de 8 a 25 años de prisión, entre ellos, Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz.