Tras los casos que se fueron conociendo de mala praxis, no solo por la muerte de Silvina Luna la Justicia está “retomando el guante” no solo para juzgar estos casos, sino para incorporar un concepto que es novedoso en término jurídicos pero que está avanzando en el mundo y en nuestro país está dando sus primeros pasos que tiene que ver con “violencia estética”.
¿Qué sería la violencia estética? Es el conjunto de exigencias que pesan sobre una mujer a cualquier edad y en cualquier momento de su vida. Un conjunto de exigencias estéticas que tiene además un acompañamiento y consenso en el inconsciente colectivo y también un consenso en términos médicos porque no hay médicos que se nieguen a intervenir quirúrgicamente a una paciente que esté obsesionada con algún aspecto de su cuerpo que el médico considera que es un tema que tiene que ver más la psiquiatría y psicología que con la estética.
Tal vez si los médicos actúan con una mirada más objetiva y hablan con sus pacientes para que se den cuenta que algunas intervenciones no tienen que ver que un orden médico y están más orientadas a una exigencia de la sociedad, muchas más vidas se hubieran salvado.