En 2017 Fabián Casiva asesinó a Azul Montoro en Córdoba. En sus últimas palabras, el femicida aseguró estar “arrepentido de corazón”.
En Córdoba, un hombre fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de una joven trans cometido en 2017. Es la primera sentencia que aplica esta figura penal para ese colectivo en la provincia.
La condena dispuesta por la Cámara Novena del Crimen cordobesa, que coincidió con los pedidos unánimes de los jurados populares y el fiscal de juicio Gustavo Arocena, recayó sobre Fabián Alejandro Casiva de 26 años, quien ya había reconocido ser el autor del hecho contra Azul Montoro.
La audiencia comenzó con las “últimas palabras” de Casiva y le pidió disculpas a la familia de la víctima: “Estoy arrepentido de corazón de lo que hice”. “Yo también soy un ser humano, no le voy a devolver la vida a ella, pero estoy rendido y no entiendo lo que está pasando, y les pido disculpas, lo lamento”, señaló el joven, quien tenía antecedentes de adicciones y episodios de violencia familiar.
Por tal motivo, en su alegato, la defensa había planteado la inimputabilidad del ahora condenado por problemas psiquiátricos, lo que finalmente fue descartado por los jurados populares.
Luego del fallo, la madre de Montoro, Alejandrina Torres reconoció que “por un lado estoy contenta y por el otro no, igualmente ahora descansa en paz y estamos tranquilos”.
El caso
Montoro, de 24 años, era trabajadora sexual y Casiva uno de sus clientes cuando el 18 de octubre de 2017 él la asesinó de 17 puñaladas en un departamento ubicado en la calle Rincón 141, cerca del Mercado Norte, en el centro de la ciudad de Córdoba.
El crimen se produjo porque el homicida no tenía dinero para pagarle por lo que se inició una discusión que terminó con el asesinato de la joven trans. Una amiga de la víctima la encontró muerta junto a la cama esa misma madrugada cuando llegó al departamento.
Horas después, las amigas y compañeras de la víctima advirtieron que el teléfono celular de Montoro seguía “en línea” en el Whatsapp. Iniciaron una videollamada y cuando Casiva respondió su rostro quedó grabada y así fue identificado como el homicida. Poco después, el joven fue detenido por la Policía cuando intentaba internarse en una institución de salud mental.
Como al momento del crimen la joven ya había logrado cambiar su identidad a través de la ley que rige desde 2012, el hecho fue caratulado como “femicidio” y se convirtió en el primer caso en llegar a juicio con esa figura en el caso de personas trans.
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