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Condenaron a Marcos Bazán como único culpable del femicidio de Anahí Benítez

La pena y los fundamentos serán leídos el 2 de junio. El cuerpo de la adolescente fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y golpes en la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina en julio de 2017.

En un fallo unánime, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 7 de Lomas de Zamora condenó a Marcos Bazán, el único acusado por el femicidio de Anahí Benítez, la adolescente de 16 años que en 2017 fue violada y asesinada, su cuerpo fue encontrado en la reserva de Santa Catalina.

La pena y sus fundamentos, sin embargo, se darán a conocer el próximo martes 2 de junio. La lectura del veredicto se transmitió por videoconferencia a través de la plataforma Teams, que permitió retomar el proceso tras un parate de 57 días por la pandemia del coronavirus.

Respetando el distanciamiento social y el uso de tapabocas, los únicos que pudieron acceder a la sala fueron los jueces Elisa López Moyano, Roberto Conti y Roberto Lugones; el fiscal Hugo Carrión; el abogado de la familia de Anahí, Guillermo Bernanrd Krizan; la mamá de la víctima, Silvia Pérez Vilor; y los abogados defensores Eduardo Soares y Rosario Fernández.

Bazán, quien está preso desde agosto de 2017 cumpliendo la prisión preventiva, siguió el juicio por videoconferencia desde la Unidad N°9 de La Plata.

El juicio

Había comenzado con otro imputado en el banquillo de los acusados: Marcelo Sergio Villalba. Su ADN fue hallado en el cuerpo de la víctima, sin embargo, dejó de ser juzgado en la segunda audiencia después de que una junta médica concluyera que no estaba en condiciones de estar en el proceso por cuestiones psiquiátricas.

Durante los alegatos, tanto la fiscalía como la querella pidieron prisión perpetua para al imputado Bazán, el único acusado ya que en febrero pasado Marcelo Villaba dejó de ser juzgado por recomendación de la Junta Médica, al considerar como coautor de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género” y como partícipe necesario de “abuso sexual agravado por acceso carnal”.

El fiscal también se refirió a Villalba, quien para la misma fecha del crimen de Anahí había sido condenado por un abuso sexual en Capital Federal, como autor de la violación de Anahí y coautor del crimen, y recordó que el celular de la víctima se encontró en poder de uno de sus hijos.

Para la fiscalía, Anahí conocía a Bazán ya que ambos compartían interés por la naturaleza y por sus inclinaciones artísticas. Bajo ese contexto, el imputado la secuestró, la retuvo en su casa y la drogó con un psicofármaco. Después fue violada por Villalba.

Para los investigadores, debido a la búsqueda de la joven, los acusados “tomaron la decisión de quitarle la vida” para ocultar los delitos que habían cometido. Pero un perro de la Policía marcó rastros del olor de la víctima en la casa de Bazán.

Pese a ello, no hubo restos de ADN de Bazán en el cuerpo de Anahí ni material genético de la joven en su casa. Si bien no se encontraron pelos, ni rastros de sangre en la casa del sospechoso, el abogado de la familia de Anahí sostuvo que hay una decena de indicios que vinculan a víctima y acusado.

Por su parte, la defensa de Bazán sostuvo desde el primer día del caso que el acusado es un “perejil” y en su alegato sostuvo que no hay pruebas. “En más de 30 cuerpos de investigación no pudieron acreditar que Villalba conocía a Bazán y que Bazán conocía a Anahí”, remarcaron y también aseguraron que el perro Bruno de la Policía fue inducido.

La defensa de Bazán acusó a los investigadores de hacer “encajar todos los indicios” para inculpar al hombre, con la idea de proteger a la policía.

El caso

Anahí, quien fue vista viva por última vez el 29 de julio de 2017 cuando salió de su casa de Parque Barón, en Lomas de Zamora, para dar un paseo.

El 4 de agosto su cadáver fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y golpes en la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina. La autopsia determinó que fue estrangulada, que le habían dado drogas y que en esas condiciones fue abusada.

A 230 metros de allí vivía en una casa precaria Marcos Bazán.