La Justicia de Córdoba rechazó el recurso presentado por su defensa y dejó firme la condena por tentativa de homicidio.
Dos años después del juicio, el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba rechazó un recurso presentado por la defensa de Brenda Barattini y confirmó la pena impuesta que la condenó a 13 años de cárcel por tentativa de homicidio calificado por el vínculo y por alevosía.
Además, la joven que fue condenada por atacar a su amante con una tijera de podar y mutilarle el 90% de los genitales, tendrá que pagarle $493.665 en conceptos de daño emergente, lucro cesante pasado, pérdida de chance y daño moral, más intereses.
La defensa de la arquitecta había presentado un recurso de Casación contra la sentencia, con el argumento de que “no hubo intención de matar”.
Sin embargo, el TSJ no hizo lugar y explicó en el fallo explicó: “En el marco del plan diseñado y previo a cometer el hecho, Barattini instaló ciertas versiones en su entorno que colocaban al damnificado en el rol de acosador; también dispuso ciertas condiciones para el encuentro que tuvieron el día del hecho que favorecieron la ejecución de la modalidad comisiva elegida; ello le permitiría luego imputarle haberla violado, lo que era mentira”.
“Gracias a la sobrevida de la víctima, el auxilio recibido esa noche y la dinámica que tuvieron estos sucesos, se inició una investigación penal inmediatamente después del acaecimiento de la agresión. Ello permitió dilucidar las acciones de la imputada al momento del acometimiento, inmediatamente después y su persistencia en él, a pesar de la actuación de terceros”, agregaron.
Durante el juicio, la joven arquitecta de 28 años contó lo que sucedió la noche del 25 de noviembre de 2017 en su departamento del barrio Nueva Córdoba. “Sí, pensé lastimarlo. Planifiqué lastimarlo. Quise herirlo, no más que eso”, fueron las palabras de Barattini.
Además, aseguró que Sergio Aníbal Fernández, con quien mantenía una relación, la trataba a ella “como un trofeo”, algo así como un objeto y que no hacía otra cosa que vulnerar su intimidad y dañar su integridad. “Me hacía ver como una cola. Yo era la cola”, dijo Barattini. Y completó: “Vulneró mi intimidad, mi vida y mi carrera”.
En cuanto a la falsa acusación que hizo sobre el hombre pocos días después del incidente, aclaró: “Sí, dije que me había violado pero fue más para denigrarlo, porque yo me sentía humillada”.