Al mismo tiempo Diego Escoda aseguró que intentarán que el juicio sea “en el transcurso de este año”.
Tras la presentación de la fiscal Verónica Zambroni de la causa por el crimen de Fernando Báez Sosa en la salida de un boliche en Villa Gesell, el fiscal general de Dolores Diego Escoda brindó una conferencia de prensa y habló sobre cómo sigue la causa.
De acuerdo al pedido de la liberación de dos de los 10 detenidos, Escoda aseguró que tanto Juan Pedro Guarino como Alejo Milanessi podrían quedar en libertad “hoy mismo” y al mismo tiempo explicó que “el cese de liberación”, tal como lo solicitó Zambroni significa que “todavía quedan sometidos a proceso”. Milanesi y Guarino no fueron reconocidos ni por las cámaras ni por los testigos.
De igual modo, ambos jóvenes siguen imputados ya que faltan las pericias de los análisis de cotejo de ADN, pericias químicas, psicológicas y scopométrico. Luego podrían quedar desafectados de la causa.
En un escrito de 250 páginas que fue enviado al juez de garantías David Mancinelli, Zamboni la fiscal pidió que “convierta en prisión preventiva la detención que vienen sufriendo Lucas Pertossi, Luciano Pertossi, Enzo Comelli, Máximo Thomsen, Blas Cinalli, Ciro Pertossi, Enzo Comelli y Ayrton Michael Viollaz, en virtud de existir elementos de convicción suficientes para considerarlos responsables de los hechos objeto de investigación, con el grado de participación ya analizado”.
Ciro Pertossi y Máximo Thomsen fueron acusados de ser “co-autores del crimen”, el resto son considerados “partícipes necesarios”.
Escoda también explicó que “hay mucha prueba incorporada y para incorporar” y que si bien “el sábado vence el plazo del pedido de prisión preventiva pero la fiscalía consideró que tiene los datos suficientes para hacer la petición”.
Por último, consultado por el inicio del juicio, el fiscal general de Dolores aseguró que intentarán que sea “en el transcurso de este año”. Los detenidos podrían recibir cadena perpetua.
Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi
A pesar de que quedó probado que los jóvenes de 19 y 20 años se encontraban en Villa Gesell y junto con el resto del grupo esa noche, no se encontraron hasta el momento elementos suficientes para ubicarlos en el lugar del hecho, por lo cual la fiscal Zambroni pidió “cesar la medida de coerción personal que pesa sobre ellos, en relación a la conducta endilgada en autos; dado que toda duda en el proceso debe ser valorada a favor de los imputados”.
El principal elemento que los benefició fue la falta de resultados positivos en las ruedas que ocurrieron a mediados del mes pasado y las pericias a los teléfonos celulares.
Alejo Milanesi (20 años): durante la rueda de reconocimiento, ninguno de los testigos pudo reconocerlo ni como agresor de la víctima, ni de ningún otro amigo de Fernando. Solo uno de ellos lo vio parado en las inmediaciones, sin participar en la golpiza.
Tampoco fue es posible ubicarlo en el momento que el grupo es interceptado por el personal de Infantería. Sin embargo, esto aún está sujeto al análisis de video y la pericia de reconocimiento facial.
Al momento de ser aprehendido, Milanesi presentaba lesiones corporales en sus manos que justificaron su detención pero no pudo acreditarse de forma fehaciente que se hayan producido esa noche.
El joven, jugaba al rugby junto a Juan Guarino, Blas Cinalli y a los hermanos Ciro y Luciano Pertossi en el club Naútico Arsenal de Zárate. Los cuatro fueron suspendidos por la Comisión Directiva debido a que su participación en el ataque a Báez Sosa “afecta la imagen que pregona” la institución. Es hijo de un profesor de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y de una docente.
Juan Pedro Guarino (19 años): si bien sí fue filmado a la salida del boliche Le Brique por las cámaras de seguridad y por el celular de Lucas Pertossi, lo cual lo ubica en las inmediaciones del hecho, ninguna de esas filmaciones lo puede situar concretamente en la agresión: ninguna de las imágenes lo muestra pegando, sino simplemente caminando.
Durante las ruedas de reconocimiento, un solo testigo lo ubicó en las inmediaciones del lugar, pero ninguno lo señaló como agresor de Fernando o sus amigos. Al momento de ser detenido, Guarino no tenía lesiones correspondientes a una golpiza, sólo una pequeña quemadura en la mano.
Además, en las pericias a los teléfonos celulares realizadas por la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal en su laboratorio de la ciudad de Mar del Plata, no se encontraron elementos que los vinculen directamente al hecho.