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Crimen en Bernal: confirman que el hombre descuartizado dentro de un tambor murió de un golpe en la cabeza

Así lo reveló la autopsia que se le hizo al cuerpo de Rodrigo Cristaldo, desaparecido desde la semana pasada. Su familia reconoció el cuerpo ayer.

La autopsia hecha al hombre descuartizado dentro de un tambo con cal en la localidad bonaerense de Bernal reveló la identidad de la víctima y que fue asesinado a golpes en la cabeza.

La familia del hombre de 41 años confirmó que la víctima es Rodrigo Cristaldo, quien fue visto por última vez el lunes 5 de octubre a las nueve de la mañana en el cruce de las calles Los Andes y Chacabuco. El hombre padecía cáncer cerebral.

De acuerdo al informe forense enviado al fiscal a cargo de la causa Leonardo Sarra, Cristaldo presentaba una fractura en la base del cráneo producto de un golpe con algún objeto contundente que le causó la muerte. Los forenses también detectaron que tenía una serie de clavos metálicos en la cabeza que, por lo que refirieron los propios familiares de la víctima, le habían colocado después de una operación a causa de un tumor cerebral.

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“Más allá de que se esperan estudios de ADN para la identificación científica y formal, la presencia de esos clavos y el hecho de que la víctima haya aparecido en la casa de hombre con el que había tenido un problema, son elementos suficientes de convicción para creer que el cadáver pertenece a Cristaldo”, dijo un investigador judicial a Télam.

Por el caso, aún está prófugo el principal sospechoso, un hombre identificado como Antonio Ansaloni, de 65 años, quien tiene como antecedente una causa por comercialización de estupefacientes en el departamento judicial de Dolores, por la que estuvo preso.

En la casa se encontraron productos químicos, seis botellas de ácido, un bidón de cinco litros de nafta, seis bolsas de nailon transparente con dos kilos y medio de una sustancia que dio positivo en el narcotest como clorhidrato de cocaína y dos paquetes con dos kilos de marihuana.

En el momento del allanamiento, dos hombres escaparon por los techos de la casa y lograron huir a pie. Se presume que uno de ellos era el fugitivo Ansaloni.