El Congreso había suspendido al mandatario y nombró como presidenta interina a Mercedes Aráoz, la primera en ocupar ese cargo.
Luego de que el Congreso de Perú suspendiera al presidente Martín Vizcarra y lo reemplazara por la actual vicepresidenta Mercedes Aráoz, quien se convierte en la primera mandataria en la historia del país andino porque Vizcarra ordenara disolver el parlamento acusando a la mayoría opositora de no aprobar una “moción de confianza”, el presidente peruano, se resiste a su destitución.
Es que Vizcarra, afianza su poder al obtener el respaldo de miles de ciudadanos, de la cúpula militar y de los gobernadores regionales. Hubo marchas en respaldo a la disolución se sucedieron la noche del lunes en Lima y las ciudades de Huancayo, Cusco, Arequipa, Puno, Trujillo, Moquegua y Tacna, entre otras.
Sin embargo, nadie salió a las calles a apoyar al Congreso, que enfrenta el rechazo de casi el 90% de la ciudadanía, según sondeos. A pesar de la tensión, el país ha permanecido en calma.
El mandatario ganó popularidad al impulsar una cruzada contra la corrupción en un país donde los cuatro anteriores presidentes quedaron bajo la lupa de la fiscalía acusados de recibir dádivas de la constructora brasileña Odebrecht.
el problema es que cuando llegan al poder se dedican a robar y no a gobernar y cuando les empiezan a caer las causas se la ven venir negra