En primera instancia, la Justicia le fijó a la mujer pagar más de un millón de pesos, pero en un nuevo fallo, ahora el monto aumentó. Lo que busca Diego Meyer es restablecer el contacto con su hijo después de más de 13 años sin poder verlo: “Si la mamá le cuenta la verdad a mi hijo de todo lo que hizo firmo para no aceptar la plata, no la quiero”.
Después de la separación de su esposa en 2012, ella empezó a ponerle trabas a Diego Meyer para que viera al hijo que tienen en común. Tres años después, el hombre denunció a su ex por no cumplir con este acuerdo e impedirle ver a su hijo. Mientras que la mujer le hizo las mismas acusaciones.
Después de las idas y vueltas a lo largo de tantos años, un juez de primera instancia determinó que ambos debían cumplir el régimen de contacto consensuado para no afectar a su hijo. La Justicia condenó a la mujer a pagar $ 120 mil más intereses y costas. Pero el hombre reclamó una suma mayor por “daño psíquico, tratamiento psicológico, gastos de farmacia y asistencia y daño moral”.
En 2019, la Cámara determinó que el demandante “presenta síndrome de ansiedad de origen reactivo” y se encuentra en un “extenso y frustrante conflicto”, por lo que la resolución consignó además que sufre de “minusvalía psicológica”, entre otros padecimientos y elevó a $ 555 mil el monto por daño psíquico. En relación al daño moral aumentó la cifra a $ 500 mil, por “el daño que implica la falta de contacto con su hijo”. Además agregó otros $ 2.500 millones por “gastos de farmacia y asistencia”.
Dos años y medio después, la Justicia elevó el monto, y ahora la mujer tiene que pagarle a Meyer más de $5 millones y $2 millones más de costas y honorarios. Si bien el dinero es llamativo, a Diego no le interesa cobrar ese monto, sólo quiere restablecer el vínculo con su hijo.
“Se que el monto hace ruido, pero a mi eso no me interesa, lo que me interesa es que mi hijo sepa la verdad. Si la mamá le cuenta la verdad de todo lo que hizo, la plata no la quiero: firmo que desisto. Solo quiero que mi hijo sepa la verdad”, confesó Mayer en diálogo con serajusticia.net.
Hoy, el chico tiene 21 años y no tiene contacto con su padre, aunque hace no mucho pudieron hablar. “Hablé con él y me dijo que con todo esto lo espere un poco, que lo tiene que asumir y que para él es muy fuerte lo que está pasando. Le dije que se quede tranquilo, lo voy a esperar hasta que tenga ganas de charlar conmigo”, contó Diego de su pequeño contacto con el chico.
